Reclamos y desorientación es lo que hoy persigue a los pasajeros de la aerolínea Viva Air después del anuncio de la suspensión de sus operaciones en Perú y Colombia en la noche del lunes.
A través de un comunicado, la empresa de origen colombiano informó sobre “la suspensión temporal de operaciones” y alegó que la medida se da ante “la falta de definición oportuna de la Aeronáutica Civil (Autoridad de Aeronáutica Civil de Colombia) de su alianza con Avianca”.
Las aerolíneas habían anunciado su intención de formar parte del mismo holding en junio de 2022, pero su unión estaba en manos de los reguladores locales. Viva Air, incluso, había asegurado mediante un comunicado que la solicitud de integración buscaba luchar por su supervivencia en el mercado y mantener su competitividad en un escenario de alza de precio del combustible y alta inflación.
En noviembre último, sin embargo, Aeronáutica Civil ya había adelantado que descartaba esta alianza “por riesgos para la competencia y los consumidores. De permitirse la integración se reforzaría la posición en favor del ente integrado”. De este modo, la autoridad señaló que las dos empresas alcanzarían 100% de participación en 16 rutas nacionales que comparten, y esto “tendría efectos adversos en el mercado”. Avianca y Viva Air, no obstante, objetaron la decisión, y en enero de este año Aeronática Civil decidió reiniciar el trámite.
En este escenario, la aerolínea low cost —que en nuestro país opera las rutas desde Lima - Cusco, Lima - Bogotá y el hub de Medellín— lamentó que el organismo colombiano se demore siete meses en emitir una opinión sobre su integración con Avianca, aludiendo una vez más su difícil situación financiera. Y es que a raíz de la pandemia, el cierre de vuelos y la caída absoluta del turismo impactaron en los estados financieros del sector aéreo comercial, lo que obligó a empresas como Viva a incrementar su deuda en un escenario sin ingresos.
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Más razones
El analista de aviación comercial, Ricardo Delpiano, explica que la complicada situación financiera de Viva forma parte del proceso de construcción de una línea aérea de bajo costo, que demanda tiempo, pero que fue impactado por el contexto interno y externo de la industria.
“La situación macroeconómica global y el aumento del precio del combustible y del costo del leasing de los aviones son solo algunos de los problemas que afrontó el sector”, señaló el experto.
Cabe señalar que el combustible representa alrededor del 40% de la estructura de costos de las aerolíneas, según la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), y Viva Air se vio perjudicada además por la devaluación del peso colombiano, que generó un incremento en sus costos debido a que el pago del combustible y de sus proveedores es en dólares.
Por su parte, René Armas Maes, vicepresidente comercial y consultor aeronáutico en Jet Link International LLC, consideró que la decisión de Viva de suspender actividades implica que su liquidez empeoraría llevando a un posible cierre completo de operaciones, en caso no se supere la situación actual.
“El impacto es grande en la imagen y finanzas de la empresa por la migración parcial y definitiva a otras aerolíneas, la mayor dificultad para encontrar fuentes de financiamiento y las tasas de interés más elevadas”, dijo.
Delpiano, por otro lado, criticó la forma en cómo Viva Air tomó la decisión de detener actividades, dejando incluso abierta la posibilidad de se trate de una presión a Aeronáutica Civil para obtener una respuesta rápida a su petición.
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¿Cuál es la situación de otras low cost?
La situación de Viva Air no es un caso aislado, pues si bien las aerolínas tienen importantes ingresos, también están sujetas a altos costos y cambios bruscos en el mercado debido a las crisis económicas o fenómenos extraordinarios como la pandemia. Al respecto, Delpiano manifestó que pese a la compleja situación del sector, compañías como Sky y Volaris han mostrado una mayor capacidad de resiliencia y tienen una posición mucho más fuerte en el mercado.
“Por ejemplo, Volaris nunca dejó de operar y tiene un mercado mucho más grande en México, lo que le ha permitido ser el primer operador en ese país. Sky también es resiliente, producto de un estricto control de la capacidad de la oferta y un enfoque mucho más acotado que su competidor más directo que es Jetsmart”, explicó.
En lo que concierne a Jetsmart -que se interesó en comprar Viva Air- el experto dijo que la empresa está en proceso de construcción de un modelo sólido a largo plazo. Pese a ello, reconoció que en este momento, la compañía no es rentable y tiene pérdidas.
“La ventaja de Jetsmart y de Volaris es que están respaldados por Indigo Partners, que es un fondo de inversión gigante en los Estados Unidos, que administra muchas líneas aéreas de bajo costo”, finalizó.
Claves
Sanción: El MTC informó que iniciará un proceso administrativo a la aerolínea por el incumplimiento del servicio de cobertura de sus rutas desde y hacia nuestro territorio.
Multas. Indecopi señaló que lo sucedido con Viva Air puede ser objeto de una multa de hasta 450 UIT; es decir, más de S/ 2 millones sin perjuicio de las medidas correctivas, que implica el reembolso a los pasajeros.
Afectados. La cancelación intempestiva de los vuelos de Viva Air afectó en Perú a 300 connacionales y en Colombia a 100.
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