La comercialización de las pollerías del país llegaría a mover este año alrededor de S/3,600 millones, un 40% menos que en el 2019, según estudio de Flanqueo.
Y es que este mercado, explicó el gerente general de la consultora, Javier Quiñones, se vio impactado por las medidas de restricción al comercio que se dieron por la pandemia, que hizo que los locales de pollerías estuvieran cerrados por tres meses; asimismo estos continúan viéndose afectados por la reducción del aforo de público que se les exige.
Uno de los cambios más importantes en el mercado de pollerías que se ha dado debido a la pandemia, es que los hogares del país piden más el pollo a la brasa mediante delivery, pese a que los restaurantes ya se encuentran operando, refiere el estudio.
Así, en el caso de las familias limeñas, ya lo hace el 80%, cuando hasta el mes de febrero (antes de las medidas de restricción social) lo pedía por este canal de venta solo el 30%.
Consumo y ticket
“Es claro que el cliente promedio ya no visita los locales como hasta antes de marzo de este año. Eso pese a que en la actual coyuntura las pollerías son consideradas versus otro tipo de restaurantes (carnes y parrillas, cebicherías, chifas), como los más seguros de visitar”, dijo Quiñones.
Es por ello, resaltó, que las ventas de las pollerías mediante el canal delivery en el país se elevarán en 60% este año respecto al 2019, llegando a mover S/ 2,880 millones.
“Lo que también se ha visto incrementado es el gasto promedio de compra en las pollerías por este canal, el cual ha aumentado en 52%, pasando de S/46 el 2019 a S/70 este año”, anotó.
Lo que sí no ha variado, resaltó, es la frecuencia de compra del pollo a la brasa. Así, refirió que en Lima lo siguen consumiendo el 20% de hogares una vez por semana, mientras que el 40% lo hace quincenalmente. (ver infografía)
Transformación
Este año, por el impacto de la pandemia en el comercio, parte de los locales de comida en Lima Norte optaron por transformarse en pollerías, o empezaron a ofrecer pollos a la brasa como alternativa económica, señaló Javier Quiñones.
Agregó que lo mismo ha sucedido en locales de comida de Lima dirigidos a los estratos medios que agregaron a su carta el tradicional pollo a la brasa.
En ese sentido, y con el fin de que las pollerías puedan mantener dinámica su comercialización en la actual coyuntura, recomendó a los jugadores del mercado hacer promociones entre semana para incentivar el consumo. Asimismo, ofrecer nuevas alternativas de acompañamiento, como es el caso de las papas nativas, que es considerada por el público como más saludable.
“Lo primordial es demostrar que cumplen el protocolo (sanitario) porque esto genera seguridad en el comensal. Ante el posible rebrote del COVID- 19, los locales son directos responsables de devolver la confianza al mercado”, destacó.
Tendencia
Respecto al consumo de ensalada, que antes era una guarnición común que acompañaba el pollo a la brasa, el 68% de hogares limeños indica que prefiere no consumirla por ahora, mientras que un 32% lo hace normalmente, según el estudio de Flanqueo.
Los consumidores que no vienen comiendo ensalada refieren que la razón es para evitar un posible contagio del Covid- 19.
Sin embargo, anotó, esta menor demanda de ensalada en las pollerías representa un ahorro importante para los locales, sea en envases o vinagreta.