Por Tae Kim
Es un secreto a voces: la experiencia del usuario se está deteriorando para muchos de los productos principales de las empresas de tecnología más grandes.
La falla es el avance constante e inexorable de la publicidad. Cada vez más empresas permiten que los anuncios se infiltren en todas las facetas de sus servicios. Es fácil entender por qué: ante el inmenso tamaño de los gigantes tecnológicos, cada paso hacia más anuncios puede generar la cantidad de dinero que es casi imposible de rechazar para una empresa pública.
Pero el resultado es una industria que ha optado por priorizar las mayores ganancias sobre las necesidades de sus clientes. Y no deberían aceptarlo.
Consideremos, por ejemplo, los resultados de búsqueda patrocinados por Amazon.com Inc. En una entrevista de Forbes el año pasado, Ryan Cohen, cofundador de Chewy Inc. y ahora presidente de GameStop Inc., criticó la evolución del sitio web del gigante del comercio electrónico.
La “avalancha de productos de terceros y anuncios patrocinados están haciendo a un lado los resultados de búsqueda orgánicos”, dijo. La búsqueda solía mostrar los productos más vendidos, agregó, “ahora la búsqueda por defecto se basa realmente en anuncios patrocinados”.
Cohen tiene razón. Si busco en Amazon un videojuego popular como “Call of Duty”, mis resultados se entremezclan con anuncios sin sentido para diferentes artículos y juguetes, incluso en la parte superior.
Infortunadamente, esto es por diseño. En su libro “Amazon Unbound”, mi colega de Bloomberg News Brad Stone explica cómo el propio Jeff Bezos aprobó la decisión de poner los anuncios de pago por juego en la parte superior de los resultados de búsqueda hace cinco años. Significa que Bezos estaba de acuerdo con intercambiar algunos de los principios corporativos de “obsesión por el cliente” a cambio de ingresos por publicidad.
Amazon no es el único. Las búsquedas web de Alphabet Inc. en Google tienen un problema similar pues requieren con frecuencia que los usuarios recorran una página de anuncios antes de llegar a enlaces orgánicos. Y pasar por el feed de Instagram de Facebook es cada vez más tedioso cuando cada cuarta publicación es de mercadeo.
La App Store de Apple Inc. no es mucho mejor cuando muestra el anuncio de un competidor antes de la lista de aplicaciones que se está buscando.
Algunas personas creen que las principales plataformas se han vuelto tan omnipresentes que no tienen la opción de desplazarse por las páginas de publicidad. Amazon representa casi la mitad de las ventas en línea de Estados Unidos, mientras que los productos de Facebook dominan el espacio de las redes sociales personales. Y puede que Google tenga la posición más dominante de todas, dada su enorme participación en la búsqueda global.
Por eso, cuando existen alternativas, recomiendo probarlas. Si suficientes personas están dispuestas a darle una oportunidad a los recién llegados, la industria podría sentir una presión competitiva para reconsiderar su enfoque.
El cambio puede valer la pena. Siguiendo los pasos del director ejecutivo de Twitter Inc., Jack Dorsey, puse a DuckDuckGo como buscador por defecto este mes. Hasta ahora, no he visto ninguna diferencia en la calidad de los resultados de búsqueda. Y aunque hay algunos anuncios, son menos molestos y numerosos.
Además, el uso de DuckDuckGo tiene beneficios de privacidad adicionales: la compañía dice que no rastrea el historial de búsqueda ni recopila datos personales. Estoy feliz con el cambio.
Por supuesto, los gigantes tecnológicos argumentarán que los anuncios suelen ser relevantes y útiles. Pero eso es solo si uno ya quiere comprar pantalones deportivos Vuori o usar Allbirds.
Está claro que la deferencia al resultado final es lo que realmente impulsa las acciones de las empresas en materia de publicidad. Y lo triste es que la propagación de anuncios continuará, hasta que un día, tal vez, los consumidores finalmente se rebelen.
Personalmente, ya llegué al límite y apuesto a que no soy el único.