Ante los reclamos de los gremios de confeccionistas, particularmente del emporio de Gamarra, por los daños que les generan las importaciones asiáticas, el Gobierno dictó algunas medidas para paliar esa situación, como la declaratoria de emergencia en el sector y el fondo de apoyo empresarial para dicha rama productiva.
La declaratoria de emergencia en mención, por un periodo de 60 días calendario, dispone que el Ministerio de la Producción apruebe en diez días hábiles, un plan de emergencia para reactivar al sector textil confecciones.
Dicho plan deberá contener como líneas de acción el acceso a financiamiento, el fortalecimiento de capacidades, competitividad y productividad y facilitar el acceso de las micro y pequeñas empresas del ramo a las compras públicas.
SNI
Sin embargo, para la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) se necesita perfeccionar las mencionadas medidas y dar otras para lograr una efectiva reactivación del sector, dado que, según indica, en los últimos dos años ya han desaparecido cerca de 13 mil empresas en las ramas textil y confecciones.
Antonio Castillo, Gerente del Instituto de Estudios Económicos y Sociales de la SNI, explicó a Gestión que, en el año 2020, antes que se desatara la pandemia del covid-19, Sunat tenía registradas 97,000 empresas en esa rama industrial, de las cuales el 99.4% eran micro y pequeñas.
Merma
Sin embargo -añade- en un último reporte que remitió Sunat a Indecopi, en el sector se contabilizan este año 84,000 empresas (lo que significa una merma del 13% en comparación al 2020, o 13 mil empresas menos).
Esa reducción se explica -según indicó- por dos factores, el primero, el incremento en las importaciones chinas en un 70% en los últimos seis años.
En la actualidad, anotó, las importaciones de prendas asiáticas han capturado casi un 94% del mercado local, estando menos del 10% en manos de la industria nacional.
El segundo factor, es la caída en los precios de prendas de vestir en un 34%, derivada precisamente de las mencionadas importaciones, que ingresan a precios por debajo de su costo de producción.
Solo en el primer trimestre de 2022, indicó, la fabricación de prendas de vestir se contrajo en 19.6% en comparación con igual periodo del 2020.
Mejoras
En esa línea, Castillo consideró que es positiva la creación del Fondo de Apoyo Empresarial para el sector textil y confección que se acaba de aprobar, pero que es necesario mejorar ese mecanismo, para que no se repita la experiencia del FAE-Mype, que en dos años finalmente benefició a pocas mypes.
Planteó que el nuevo fondo debe permitir el acceso al crédito para pequeños empresarios considerados de riesgo para el sistema financiero, y que se incluya su financiamiento también a través de las cajas.
Otras medidas que se requieren, anotó, es que se evalúe elevar el arancel para importaciones de confecciones del 11% actual hasta un 30%, que es el límite permitido por OMC.
Además, en el caso de la declaratoria de emergencia, propuso que se incorpore la creación de mesas técnicas especializadas con participación del sector privado, para trabajar mejoras en conjunto.
En Corto
Gamarra. Los gremios de las pymes confeccionistas y del emporio comercial de Gamarra lamentaron la decisión de no aplicar las salvaguardias provisionales a la importación de prendas chinas, y pidieron al Gobierno revisar y renegociar el TLC con China en el capítulo referido a confecciones.
Además, solicitaban la creación de un CITE orientado a las necesidades del sector textil y apoyo a misiones comerciales para internacionalizar a las empresas confeccionistas de Gamarra.