Coworking, gastronomía y turismo serán los ejes principales que tendrá para este año la Beneficencia de Lima. Tras un año en el que obtuvieron menos recursos, se ha empezado a avanzar con otro proyecto.
¿Cómo afrontó la Beneficencia de Lima el 2020?
El año 2020 para la Beneficencia de Lima tuvo dos caras de la moneda, por un lado la crisis que nos impactó mucho, con una reducción de 30% de nuestros ingresos, entre S/ 13 millones y S/ 14 millones, y eso vino con un incremento en nuestros costos en un 10% a 12% para afrontar gastos por las medidas de bioseguridad que debíamos implantar para nuestros albergados.
¿Cómo lo enfrentaron?
En el primer año de nuestra gestión en la Beneficencia de Lima, que fue en 2019, nos permitió consolidar los recursos, lo que generó que no tengamos que reducir ninguno de nuestros programas sociales en 2020.
¿Tuvieron apoyo del Estado?
Como recuperamos nuestra naturaleza privada no recibimos ningún apoyo del Estado, y cuando acudimos al sistema financiero no fuimos elegibles por nuestro pasado público. Ni siquiera pudimos acceder a Reactiva Perú.
¿Qué fue lo positivo?
Fue un año donde nos consolidamos en el aspecto social con la implementación de la Casa de Todos. Recibimos el apoyo de 150 empresas y cientos de ciudadanos que aportaron para diversas tareas.
En este año del Bicentenario, ¿qué están trabajando?
La aprobación del Plan Maestro del Centro Histórico ha sido la mejor noticia en los últimos años. Tenemos ahí más de 300 propiedades. Lo que se busca es una transformación radical en el Damero de Pizarro que genere la inversión privada en el área comercial y de vivienda. Nosotros estamos impulsando proyectos gastronómicos y turísticos.
¿Qué se viene en ese sentido?
Estamos trabajando en la preparación de programas para que sea atractivo para la inversión. Uno de los principales problemas del Centro Histórico es que las propiedades están tugurizadas y tienen en muchos casos ocupantes precarios y hay resolución de inhabitabilidad, pero no contamos con todas las alternativas para ser trasladados. Requerimos una propuesta social.
¿Qué se avanza en concreto?
Tenemos tres proyectos de patios gastronómicos en el centro de Lima en ubicaciones estratégicas. Asimismo, dos espacios de oficinas para coworking, de los que estamos preparando las propuestas.
Y estamos recuperando tres espacios para ahondar en nuestra propuesta cultural, para atraer el turismo. Queremos instaurar Lima Wasi, que son proyectos de plataformas turísticos y estamos empezando a buscar a los socios estratégicos.
¿Los proyectos saldrán el 2021?
Nuestra idea es que en el marco del Bicentenario, por lo menos poder concretar dos o tres de ellos, pero dejar encaminados el resto.
¿Qué alistan en gastronomía?
El Plan Maestro nos dio el marco jurídico para la inversión. Está la Casa de las Columnas, pero que está tugurizada y precarizada desde hace casi 60 años, no es un espacio para vivir, y con la autoridad estamos viendo que se respeten las resoluciones. Tenemos proyectos de patios gastronómicos en este tipo de propiedades. Ahí se ponen en relevancia los circuitos turísticos; estamos trabajando con el área de turismo de la Municipalidad de Lima, Mincetur y Canatur.
¿Ya se ha conversado con marcas de gastronomía?
Sí, lo hemos hecho con empresarios de la industria y todos coinciden que si bien la situación ha sido complicada, este es el momento de hacer inversiones, pero hay que trabajar aspectos como seguridad, limpieza y orden.
¿Y este año tendrían las oficinas?
Mientras salimos de la crisis sanitaria, la idea es buscar espacios más abiertos. Si bien es cierto en el centro de Lima tenemos una concentración de propiedades también estamos viendo qué opciones podemos plantear en otros lugares.
¿En qué distritos?
Tenemos un gran proyecto que estamos trabajando que será el Centro de Innovación Social Cultural en Magdalena del Mar, en el cual estamos en la etapa de conceptualización del diseño. Consiste en maximizar el impacto social y cultural, pero con espacios comerciales incluidos.
¿Sería en asociación con firmas enfocadas en el rubro comercial?
El gerenciamiento seguirá con nosotros. Queremos que sea en partes iguales. No solo tendremos actividades artísticas y sociales, también zonas de coworking y de gastronomía.
¿Arte Express está trabajando algún proyecto con ustedes?
Sí; tenemos buena relación con ellos así como con Scipión, empresa inmobiliaria, y estamos viendo cómo consolidar proyectos en conjunto. Con Scipión tenemos un proyecto de oficinas, que es un predio que han recuperado. Con Arte Express hemos iniciado las conversaciones para ver qué tipo de proyectos realizamos.
Con estos proyectos, ¿cómo terminarían en ingreso este año?
El presupuesto inicial del año es prácticamente similar al que tuvimos en un primer momento para 2020. Pero la expectativa es que si las cosas empiezan a andar puede darse un incremento.
¿Y el valor de los predios?
Nuestro patrimonio en libros es de S/ 8,000 millones, pero creemos que está subvaluado; pero el valor que hemos dado a nivel de ingresos ha mejorado. En 2019 cerramos con un presupuesto de S/ 35 millones; en 2020 no llegamos a los S/ 40 millones que proyectamos sino a S/ 29 millones, y este 2021 esperamos alcanzar los S/ 41 millones.
HOJA DE VIDA
- Profesión: Ingeniero Electrónico por la Universidad Ricardo Palma.
- Otros estudios: Programa de Administración y Organización de Empresas (ESAN), Maestría en Comunicación Corporativa por la Universidad de Barcelona.
Proyectos en El Ángel y Presbítero Maestro
En 2020 La Beneficencia de Lima empezó a trabajar proyectos en torno a los cementerios (Gestión 11.08.2020); actualmente están conversando con hasta cuatro empresas interesadas y en este primer trimestre concretarán con una de ellas el primer proyecto de inversión en Cementerio El Ángel, señaló Guillermo Ackermann.
En Presbítero Maestro –dijo- tienen un proyecto de inversión importante, tanto para una nueva etapa, como para un desarrollo de vivienda familiar.
En el caso de Cementerio El Ángel se trata de una asociación estratégica, pues solo están tercerizando. “Es un modelo que funciona en otros países en las beneficencias como el caso de Colombia, donde las empresas privadas administran sus cementerios aunque no les generen renta”, indicó.
Los inversionistas serían peruanos y vinculados a la industria funeraria.
Los cementerios representan el 17% de los ingresos de la Beneficiencia de Lima, y cualquier acuerdo al que lleguen será para optimizar esa participación, apuntando a que sea del 20% a 22%, anotó.