Toyota Motor Corp. dijo que es poco probable que logre su objetivo de fabricar 9 millones de automóviles durante este año fiscal, terminado en marzo, debido a la persistente escasez de chips.
El fabricante de automóviles número uno del mundo está reduciendo la producción a 700,000 unidades en febrero, unas 150.000 unidades menos que su objetivo original para el mes, según un comunicado publicado el martes, que citó una crisis de semiconductores debido a la continua demanda en todas las industrias.
Toyota no fijó un nuevo objetivo anual, solo dijo que se espera que la producción final sea menor que la pronosticada previamente.
Toyota ya recortó su perspectiva de producción anual en setiembre, debido a que las restricciones por el COVID en el Sudeste Asiático interrumpieron su capacidad para adquirir piezas clave de la región.
“Estamos en una fase de recuperación de la producción, pero no hemos podido cumplir con objetivos tan altos como los que habíamos proyectado anteriormente”, dijo el martes Kazunari Kumakura, jefe del grupo de compras de Toyota. Sería “muy difícil” cumplir con el pronóstico anterior de producción anual en las condiciones actuales, dijo.
Incluso con el recorte de febrero, Toyota aún tiene como objetivo fabricar alrededor de un 5% más de vehículos el próximo mes que el año anterior, cuando produjo 668,001. Se han proyectado altos niveles de producción para marzo y el próximo año fiscal, dijo Kumakura.
“Todavía hay riesgos y puesto que el COVID continúa propagándose, las condiciones son difíciles de predecir”, agregó.
Recientemente han surgido señales de que las cadenas de suministro estaban empeorando nuevamente. A mediados de diciembre, el grupo de comercio de autopartes de Japón advirtió que una cantidad vertiginosa de problemas, desde problemas persistentes de adquisición en el Sudeste Asiático hasta escasez de mano de obra en la costa oeste de Estados Unidos, estaban afectando los envíos de piezas y materiales.
La declaración de Toyota sugiere que otros fabricantes de automóviles japoneses pueden enfrentar interrupciones en la producción en las próximas semanas. Toyota suspenderá la producción en ocho plantas en Japón, incluida la instalación de Tahara en la prefectura de Aichi, donde produce modelos Lexus, de 2 a 13 días en febrero.
“Seguiremos evaluando la situación y consultando con todas las empresas involucradas en la consideración del uso de sustitutos cuando sea posible a fin de anticiparse a una continua escasez” de piezas relacionadas con semiconductores, dijo Toyota el martes. “También continuaremos trabajando con nuestros proveedores para fortalecer la cadena de suministro y haremos todo lo posible para entregar vehículos a nuestros clientes lo antes posible”.
Además de los desafíos del oferta de chips, el enfoque de tolerancia cero de China hacia el COVID llevó a Toyota a detener el trabajo en su fábrica en Tianjin la semana pasada, otra señal preocupante para los fabricantes de automóviles mundiales a medida que la variante ómicron comienza a propagarse en el centro de producción de automóviles más grande del mundo.