Telefónica traspasará a Telxius 1,909 torres de telecomunicaciones en Brasil, una operación que ronda los 641 millones de reales brasileños (unos US$ 154 millones) y que permite duplicar la presencia de la filial de infraestructuras en el mercado brasileño.
La operadora española de telecomunicaciones ha informado este viernes del acuerdo alcanzado entre Telxius y Vivo (Telefónica Brasil) que aún está pendiente de la autorización de las autoridades de defensa de la competencia y que permitiría a la primera aumentar su cartera carioca hasta los 3,850 emplazamientos propios.
El 82% de las torres vendidas están en entornos urbanos (el 52% del total en São Paulo y Río de Janeiro) y tienen una ocupación muy baja (1.1 operador por torre), lo que eleva su atractivo de cara a los esfuerzos de las telecos locales por mejorar la cobertura de banda ancha móvil y desplegar la infraestructura necesaria para el 5G.
Está previsto que Telxius -creada por Telefónica en el 2016 para monetizar sus torres- financie con recursos propios una operación que se suma a la compra de unos tres mil emplazamientos durante este año en Brasil, Perú, Chile y España y a la construcción de 410 torres nuevas.
Así, Telxius supera los 20,000 emplazamientos, de los que el 70% están en Europa (España y Alemania) y el resto en Latinoamérica (Brasil, Perú, Chile y Argentina) y acumula una cartera de pedidos de más de mil torres adicionales de nueva construcción para 13 clientes en esos seis países, según los datos actualizados hoy por Telefónica.
Ese crecimiento se complementa con el aumento en el número de operadores ubicados en cada torre, lo que ha permitido aumentar los ingresos de Telxius por su negocio de torres un 8.8% interanual en los nueve primeros meses del año, en términos orgánicos.
Esta estrategia de vender torres está siendo replicada por las principales operadoras europeas, que ven cómo los mercados valoran mucho más esas infraestructuras si están en manos de empresas independientes que si están en sus propios balances.
Además, esos balances se van a ver presionados por la necesidad de grandes inversiones para afrontar el próximo despliegue de la tecnología 5G.