La compañía SpaceX puso en el espacio el viernes último 57 satélites de su proyecto Starlink, dirigido a crear una red de internet de alta velocidad a nivel global, además de dos minisatélites de observación terrestre BlackSky.
Los 57 satélites se separaron sin problemas del cohete reutilizable Falcon 9 lanzado desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral (Florida) a las 01.12 horas (05.12 GMT) del viernes, informó la compañía.
El cohete se posó después de cumplir su misión en la plataforma flotante “Of Course I Still Love You” de SpaceX en el Atlántico.
Con esta ha habido ya diez misiones de lanzamiento de satélites Starlink desde el 2019 y ya hay 595 en órbita.
Elon Musk, fundador y director ejecutivo de SpaceX, afirma que se necesitan entre 400 y 800 satélites para lograr un mínimo de cobertura de la red de internet.
SpaceX acaba de conseguir un gran éxito con la misión Demo-2 realizada por la cápsula Dragon Endeavour, que llevó a los astronautas de la NASA Robert Behnken y Douglas Hurley a la Estación Espacial Internacional (EEI) y los trajo de vuelta a Tierra.
El 2 de agosto la cápsula cayó de manera controlada a las aguas del Golfo de México tras un viaje de regreso de 19 horas desde la Estación Espacial Internacional (EEI).
La histórica misión Demo-2, que se inició a fines de mayo en Cabo Cañaveral (Florida), sirvió para certificar la capacidad de SpaceX para realizar viajes espaciales comerciales.
El viaje de Behnken y Hurley fue el primero desde suelo estadounidense y en una nave comercial hasta la EEI desde que en el 2011 concluyó el programa de transbordadores de la NASA.
Si el viaje de ida fue histórico, el de regreso también, pues esta fue la primera vez en 45 años que la gente pueda contemplar el amerizaje de una nave espacial.
La última vez fue el 21 de julio de 1975, cuando la tripulación de una misión Apollo-Soyuz cayó al océano Pacífico, cerca de Hawái.
En el 2014 la NASA otorgó a Boeing y a SpaceX contratos por un total de US$ 6,800 millones para desarrollar el programa comercial de transporte espacial y dejar de depender de la nave rusa Soyuz que ponía en órbita a los astronautas de la agencia estadounidense desde que está canceló su programa de transbordadores en el 2011.