La pandemia ha cambiado completamente la demanda por servicios de salud ocupacional en las empresas ya que este servicio -valga la redundancia- ya no es únicamente requerido por las grandes industrias o sectores económicos, sino que otros segmentos -más pequeños- han empezado a usarlo para proteger a su personal no solo del COVID sino también de otros males que han estado olvidados.
¿De quiénes se trata? Martín Olano, director general de la cadena peruana de centros médicos especializados en salud preventiva y ocupacional Pulso Salud, comentó a Gestión que tras la pandemia -es decir, luego del 2020- son las pymes las que están demando la implementación de programas de salud ocupacional para sus trabajadores especialmente las panaderías y los restaurantes.
“Lo que estamos notando es una tendencia en las industrias más pequeñas -tipo pymes- por una preocupación muy marcada por la salud de su personal tanto para chequeos preventivo de COVID como de otras enfermedades”, comentó.
Agregó -a reglón seguido- que está demanda se está notando en empresas con 20 a 30 trabajadores, principalmente dedicados al sector servicios.
“Tales como restaurantes y panaderías que han tomado conciencia de la importancia de cuidar la salud de sus trabajadores por lo que están implementando con nosotros programas preventivos de salud ocupacional. Si bien la relación con estos nuevos sectores empezó cuando comenzamos a ofrecerles pruebas COVID ahora la relación se ha extendido desarrollándose pruebas y programas preventivos contra la obesidad, la diabetes u otros males”, precisó.
-Demanda por salud ocupacional-
Olano indicó -además- que la demanda por servicios de salud ocupacional está en alza debido que con el COVID se acentuó la preocupación de las empresas -de todos los sectores productivos- por contar con programas que se dediquen a seguir la salud de sus trabajadores para mantener su productividad.
“A partir de este año muchas empresas han empezado con fuerza sus operaciones -sobre todo del sector minero, petrolero, construcción, industria e infraestructura- que tienen mucha demanda de exámenes médicos ocupacionales, lo que ha impulsado el negocio. Antes del COVID crecíamos entre 40% a 50% pero tras la aparición del COVID repuntamos en poco más de 70% el 2020 y esperamos el mismo repunte para este año”, especificó.
Lo que ayudó a este resultado -sobre todo el año pasado, añadió- fueron los exámenes para detectar casos de COVID y este año se espera mantener esta alza por efecto no solo del COVID sino por la demanda de otros exámenes médicos, tomando en cuenta que el año pasado se dejó de lado la salud preventiva.
“Ahora las empresas tienen una mayor responsabilidad con las familias, lo que nos ha permitido abrir una nueva unidad de negocios como las laboratorios exprés, que son pequeños centros médicos que están en la capital que ayuda a trabajar las pruebas COVID y no COVID tales como diabetes, hipertensión y otros”, contó.
-Los males del trabajo remoto-
El especialista señaló -además- que las atenciones psicológicas y quiroprácticas son las que más aumentaron entre el 2020 y el 2021 a raíz del trabajo remoto. En el caso del primero repuntó entre un 20% y 30% mientras que en el caso del segundo entre 15% y 20%.
“Lo que hemos vistos -desde el lado de salud ocupacional, de lo que lo demandan los trabajadores- son atenciones relacionadas a salud mental y ergonomía. Entre un 20% a 30% aumentó la demanda por atención en salud mental y entre 15% a 20% en atenciones quiroprácticas en comparación a niveles prepandemia”, manifestó.
También están tratando -puntualizó- casos de obesidad, diabetes e hipertensión que han aumentado a raíz de la ausencia de actividad física de los trabajadores.
“Ahora las comorbilidades se han agravado un poco más, lo que acrecentó la aparición de enfermedades silenciosas, lo que se ve y es transversal en todas las industrias”, puntualizó.
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