El fabricante de automóviles Renault, que tiene en Rusia su segundo mercado más importante, anunció que suspende sus actividades en este país por culpa de la invasión a Ucrania.
Un día después de la francesa TotalEnergies, que había sido muy criticada por seguir haciendo negocios en Rusia, fue el turno de Renault, que suspendió “a partir de hoy” sus actividades en su fábrica de Moscú, donde se ensamblan tres modelos de Renault (Captur, Duster y Arkana) así como el Terrano de sus socios de Nissan.
En cuanto a su participación de casi el 68% en las dos unidades de AvtoVaz -donde está el grueso de la plantilla de Renault-, la empresa francesa dijo “evaluar las opciones posibles”, teniendo en cuenta -matizó- que actuará “de manera responsable respecto a sus 45,000 asalariados en Rusia”.
Debido a esta suspensión, el grupo automovilístico reconoció que “se ve obligado a revisar sus perspectivas financieras para el 2022″, bajando el margen operacional de 4% a 3%.
La guerra en Ucrania ha puesto a Renault en una situación delicada dada la importancia que tiene Rusia, ya que es su segundo mercado solo por detrás de Francia.
El pasado año, vendió en Rusia el 18% de sus vehículos y ese país representó el 10% de su facturación.
Con la suspensión de actividades de Renault, que se une a la ralentización de la actividad de TotalEnergies, queda otro grande grupo francés en el centro de las críticas, Leroy Merlin, que descarta, de momento, dejar de operar en Rusia.
En una alocución en la Asamblea francesa, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, hizo hoy mismo una explícita crítica a las empresas galas que mantienen su actividad en Rusia, a pesar de las circunstancias.
“Deben abandonar el mercado ruso: Renault, Auchan (Alcampo en España), Leroy Merlin y otras deben dejar de ser los patrocinadores de la maquinaria de guerra rusa”, demandó.