Si bien muchas de las empresas que se beneficiaron con Reactiva Perú vienen amortizando el préstamo que recibieron, existen también algunas que están tratando de sacarle la vuelta a este programa para no pagar su deuda.
Así, existen empresas que “se han pasado de vivas”, pues se han declarado en insolvencia y han dado de baja su RUC con la finalidad de no cumplir con el pago de sus préstamos Reactiva, señaló Walter Rojas, gerente central de negocios de Caja Cusco.
Lo que está ocurriendo en estos casos, es que por más que se tenga capacidad de pago no hay voluntad de hacerlo, refirió Edmundo Lizarzaburu, profesor investigador de la Universidad de Esan. “Hay un componente bastante importante de falta ética”, añadió.
Cuando las entidades financieras no lo logran recuperar el crédito lo pasan a la categoría de vencidos. Pero al tener estos préstamos garantía estatal acuden a Cofide (administrador de Reactiva Perú) para su honramiento, explicó Rojas.
“Cofide cubre ese crédito y la entidad financiera no pierde, pero si reporta al deudor que no ha cancelado su obligación en las centrales de riesgos”, detalló.
Según datos de la SBS, a julio del 2022, los 446,785 deudores de Reactiva registraron un saldo total de deuda de S/ 30,371 millones.
Hasta junio de este año el Tesoro Público ha desembolsado S/ 2,005 millones para cubrir la deuda impaga de Reactiva Perú, según datos del Ministerio Público.
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Monitoreo
Lizarzaburu sostuvo que algunos empresarios utilizaron el dinero recibido del programa no para el propio negocio sino para comprarse terrenos o propiedades, e incluso para darse la gran vida.
Consideró necesario hacer un monitoreo de los créditos que incluya cruce información sobre los deudores para detectar irregularidades.
“De aquí a dos o tres años va haber una masa de empresas en insolvencia, pero el problema no es la insolvencia sino la viveza del empresario que hay que sancionarla”, dijo Lizarzaburu.
Indicó que también se desembolsó créditos Reactiva a compañías investigadas por tráfico de influencias, por dolo y por lavado de activos. “Eso es inaudito, son casos que hay que ponerlos sobre la mesa”, opinó el catedrático.