Los casos de estafas concretadas en línea con un perjuicio económico ocasionado vienen en aumento. Durante la pandemia, se ha multiplicado la clonación de páginas web y/o redes sociales de conocidas empresas del sector minero, construcción y telecomunicaciones, en donde se ponen a la venta activos dirigidos a pequeños y medianos empresarios y a emprendedores que, en busca de adquirir materiales, vehículos o equipos con precios atractivos, terminan cayendo en este tipo de estafas.
Según la División de investigación de estafas de la PNP, en el 2020 se presentaron 93 casos de estafas a través de páginas clonadas de compañías, las cuales involucraron pérdidas que ascendieron a cuatro millones doscientos noventa y nueve mil soles. Este año se han presentado 68 casos hasta la fecha, que suman 4 millones veintinueve mil soles.
Los depósitos por estafa pueden ir desde unos pocos cientos de soles hasta los trescientos mil soles. “En realidad, no hay un límite porque se ofertan desde bolsas de cemento hasta vehículos de carga e incluso retroexcavadoras, cuyo costo puede ser muy elevado”, revela Alexandra Vargas, abogada penalista de Estudio Linares Abogados.
¿Cómo se estafa en línea?
Para generar mayor confianza, los estafadores utilizan nombres de compañías con gran trayectoria en el mercado, esto es, empresas constituidas por varios años en su rubro. “De esta forma, es mucho más fácil inducir a error al comprador, pues muchas veces el solo nombre de la empresa les resulta garantía suficiente de veracidad y licitud de la oferta”, explica Vargas.
Para que se lleve a cabo la modalidad de estafa, se crea una página web falsa con un dominio web muy similar al original, un diseño gráfico idéntico y se habilita una central telefónica con diferentes anexos, tal como si se tratara de la propia empresa.
“Desde dicha central, los estafados son atendidos por un supuesto personal de ventas que dirige la compra y termina concretándola a través de un número WhatsApp, por donde se brindan diversos números de cuenta en el banco de preferencia del comprador a fin de lograr que se efectúe el depósito; en algunos casos, el monto total de la venta”, cuenta Vargas.
Incluso se llegan a proporcionar supuestos contratos con firmas falsificadas de los representantes de la empresa a fin de dar mayor apariencia de licitud a la transacción. “En muchos casos, los compradores, convencidos por toda la documentación aparentemente en regla, acceden a realizar depósitos de fuertes sumas de dinero”, agrega la abogada.
¿Qué hacer para no ser víctima de estafa?
Los empresarios deben estar capacitados para evitar ser víctima de estafas o, al menos, de reducir el riesgo. Para ello, Vargas considera importante que indaguen acerca de la empresa con la que buscan contratar y que tomen contacto con ella desde su página web oficial. Esto último quiere decir que deben ingresar al portal web directamente desde el buscador y no siguiendo o marcando el link desde donde se encontró la oferta, pues desde ahí solo estarán en contacto con los estafadores.
Vargas también sugiere conocer de manera presencial las instalaciones de la empresa con la que se busca contratar o visitar previamente el lugar donde se dice que se cumplirá con la entrega del material de la supuesta compraventa.
También es clave revisar que el titular de la cuenta bancaria donde se realizará el depósito tenga exactamente la misma razón social y tipo de empresa con la que se está gestionando la transacción. “Por ejemplo, si se pretende adquirir un vehículo, producto y/o servicio de una Sociedad Anónima Abierta (S.A.A.) el titular de la cuenta bancaria no podrá ser una Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (E.I.R.L.)”, precisa Vargas.
¿Cómo evitar la clonación de la empresa?
A manera de prevención, Vargas recomiendas que las empresas pasibles de ser víctimas de clonaciones implementen un plan de acción que les permita tener una reacción rápida ante este tipo de situaciones. Se puede empezar colocando anuncios en la página web oficial y redes sociales que informen sobre esta situación a la población en general a fin de que puedan estar alerta ante posibles casos de estafa. También es útil contar con una empresa de vigilancia digital que monitoree la creación de páginas web falsas.
Cuando ya se ha advertido de la clonación de la página web o la empresa sabe que su nombre está siendo tomado por terceros para ofertar productos que no son de su propiedad, Vargas dice que se debe buscar activar todos los mecanismos necesarios para darle de baja a la página web falsa lo más pronto posible para frenar cualquier tipo de acto ilícito. En redes sociales se pueden denunciar estos eventos.
Si se tratara de una página web clonada, lo ideal será interponer también la denuncia correspondiente, según corresponda, ante la División de Alta Tecnología de la Policía Nacional del Perú o la División de Estafas y Otras Defraudaciones, a fin de que se inicien las investigaciones para dar con los responsables y evitar que se perjudique la reputación de la empresa.
De ser utilizada la marca y/o logo de la empresa para la creación de páginas web, redes sociales o anuncios, y siempre que estos se encuentren debidamente registrados como diseño industrial, la denuncia también deberá contener una imputación penal por el delito contra la propiedad industrial.
¿Qué hacer frente a una estafa?
Ante el conocimiento de un hecho delictivo, Vargas señala que la empresa deberá informar de manera inmediata a la autoridad a fin de que pueda realizar las investigaciones correspondientes a la brevedad posible. En algunos casos, la investigación es derivada a la División de Estafas y otras Defraudaciones o a la Policía Especializada en Criminalidad Organizada a efectos que pueda iniciar un operativo que permita capturar en el menor tiempo posible a los estafadores.
“Al tener números de cuentas bancarias, se podría simular una transferencia desde el aplicativo móvil para conocer al titular y, de esa forma, empezar a rastrear a las personas involucradas en las operaciones que los facinerosos realicen, pues en algún momento van a tener que retirar el dinero que se les deposita por la supuesta compra venta de vehículos o productos”, indica Vargas.
Lo mismo sucede con los números telefónicos. Al tener los números de celular que utilizan para concretar la estafa y dar las indicaciones para los depósitos, también es posible solicitar (previa orden judicial) a las empresas de telefonía que brinden los nombres de los titulares y con ello obtener información de quiénes podrían estar detrás de estos hechos delictivos.
Sin embargo, Vargas precisa que a veces se crean empresas con una razón social muy similar a la original o alguna de sus marcas registradas para confundir a los compradores. “Por ello, también es importante alertar a Registros Públicos de esta situación para que sean mucho más cautelosos con el registro y creación de empresas que resultan ser solo una fachada”, refuerza la abogada.
No todas las empresas afectadas llegan a denunciar la estafa, lo cual dificulta que se puedan frenar dichas acciones o dar con los responsables. Solo por el delito de estafa agravada, por haber pluralidad de víctimas o realizarse con la participación de dos o más personas, la pena podría llegar hasta los ocho años de cárcel, pero, de establecerse que se trata de una organización criminal, podría aumentar a quince años.