Bernard Arnault sabe que no se obtienen activos de calidad a precios de oferta. Su compañía de artículos de lujo, LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy), probablemente tendrá que pagar un precio mucho más alto para ganarse a los accionistas en Tiffany & Co. después de presentar una propuesta de US$ 14,500 millones para comprar la empresa de joyería estadounidense.
Si se llega a un acuerdo, los inversionistas de LVMH deberán confiar en el historial de Arnault de administrar bien sus negocios y en la idea de que vale la pena evitar que Tiffany caiga en manos rivales.
La propuesta inicial de LVMH, valorada en cerca de US$ 120 por acción de Tiffany según Bloomberg News, debería ser fácil de rechazar por la compañía estadounidense. La prima es solo un 22% superior al valor de mercado de Tiffany del viernes, demasiado mezquina para una marca tan famosa. Es cierto que la propuesta es un 35% más alta que el precio promedio por acción de tres meses de Tiffany. Aun así, las acciones se cotizaban casi tan alto como el precio de oferta en noviembre del año pasado, cuando el precio de las acciones de Tiffany al múltiplo de ganancias fue considerablemente más alto.
La capacidad financiera de Arnault para preparar el terreno de juego no admite dudas. LVMH tiene un valor de mercado de 196,000 millones de euros (US$ 218,000 millones). Se espera que su deuda relativa a las ganancias sea insignificante a final de año. El endeudamiento de Tiffany también es relativamente bajo. La compra de Tiffany en efectivo al precio de oferta discutido elevaría el apalancamiento del grupo ampliado a un poco más de 1 vez la base del Ebitda combinado en los pronósticos actuales, apenas un tramo.
Pero si es necesaria una oferta más alta para ganarse a la junta directiva y a los inversionistas de Tiffany, un gran aumento en el precio de la oferta no sería fácil de justificar sin cierta confianza en que LVMH puede sacar más provecho de Tiffany de lo que se espera que la compañía estadounidense logre por sí sola. Las acciones de Tiffany han caído por una razón: el aumento de los ingresos se ha estancado este año. Se pronostica que el joyero elevará las ventas en un 5% anual en promedio durante los próximos cuatro años, frente al 6% en LVMH (una empresa mucho más grande).
En tanto, se prevé que Tiffany obtendrá ganancias operativas de US$ 1,200 millones en su año fiscal 2024. Incluso al precio de la oferta inicial, la cifra implicaría un rendimiento insignificante de medio dígito para LVMH en lo que sería un desembolso de US$ 15,000 millones teniendo en cuenta la deuda neta asumida.
El gigante de lujo francés necesita encontrar una manera de aumentar las ventas o los márgenes para hacer que un acuerdo valga la pena. Sin embargo, Tiffany sería un bocado más grande de lo que Arnault está acostumbrado a digerir. La compañía estadounidense está en medio de una reinvención bajo su actual director ejecutivo, Alessandro Bogliolo, y las joyas no son parte de la experiencia tradicional de LVMH.
Por lo tanto, los inversionistas independientes de LVMH tendrían que confiar mucho en que Arnault replicará sus anteriores fusiones y adquisiciones y su éxito operativo. Le han ido bien recientemente: el valor de mercado de la compañía se ha duplicado desde principios del 2017. También tendrán que juzgar si se alegrarían de ver que Tiffany queda en manos de otra persona, lo que complicaría la posición de LVMH ante el joyero de lujo. Tiffany costará caro, pero el precio por alejarse también podría ser costoso.
Por Chris Hughes
Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.