La Comisión Europea ha recrudecido las ofensivas contra los gigantes estadounidenses de internet en los últimos años, como lo muestra el caso Apple, juzgado este miércoles en Luxemburgo.
En la mira del ejecutivo europeo están las prácticas consideradas anticompetencia de los "Gafam", acrónimo de Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft y sus controvertidas estrategias fiscales, en un contexto de bloqueo de las negociaciones internacionales sobre el pago de impuestos.
La Comisión Europea impuso en el 2018 una multa a Google de 4,340 millones de euros, la mayor de su historia, por abusar de la posición dominante de Android, su sistema de explotación para smartphone, que garantiza la supremacía de su servicio de búsqueda en línea.
Esta multa se agrega a otra de 2,420 millones en el 2017, también por abuso de posición dominante, y otra en el 2019 de 1,490 millones, para un total 8,250 millones. Estos casos se encuentran en proceso ante la justicia europea.
La Comisión abrió un nuevo frente a fines del 2019 contra Google, al lanzar una “investigación preliminar”, que incluye también a Facebook, sobre la recolección de los datos personales de sus usuarios.
Apple
El contencioso más importante entre Bruselas y Apple se remonta al verano del 2016. La Comisión conminó a Irlanda a que recuperara los 13,000 millones de euros de "ventajas fiscales indebidas" concedidas a Apple entre el 2003 y 2014.
Según la Comisión, Irlanda concedió una ayuda estatal “ilegal” a Apple, facilitándole pagar muchos menos impuestos que las otras empresas establecidas en el país. Este tratamiento fiscal de favor posibilitó a Apple evitar el impuesto sobre casi la totalidad de los beneficios generados por las ventas de sus productos en la Unión Europea.
El 16 de junio pasado, el ejecutivo europeo abrió dos nuevas investigaciones contra Apple, acusada de prácticas anticoncurrencia. La primera responde a una queja del sueco Spotify, que acusa a Apple de abusar de su posición dominante en el mercado de la música en línea.
La segunda es sobre las modalidades, condiciones y otras medidas impuestas por Apple para integrar su servicio de pago Apple Pay en las aplicaciones comerciales y los sitios web comerciales en los iPhones y los iPads.
El asunto subió de tono en el 2018, cuando estalló el escándalo Cambridge Analytica, sociedad británica acusada de haber utilizado los datos de usuarios de Facebook para influir en la elección presidencial estadounidense del 2016.
La Comisión conminó a Facebook a informar de manera clara sobre los ingresos provenientes de la explotación de datos personales. La red social modificó en el 2019 sus condiciones de utilización.
Antes, Bruselas le había multado en el 2017 con 110 millones de euros por suministrar datos inexactos durante la investigación de la UE sobre la compra de la aplicación WhatsApp.
Amazon
En el 2017, el ejecutivo europeo pidió a Amazon reembolsar a Luxemburgo 250 millones de euros de "ventajas fiscales indebidas", luego de una investigación sobre un acuerdo fiscal entre la empresa, cuya sede europea está en Luxemburgo, y ese gobierno.
La Comisión abrió un nuevo frente en el 2019, al investigar las presuntas violaciones de las reglas europeas de la competencia.
En otro caso, respecto a las prácticas de Amazon en la distribución de libros digitales, la Comisión aceptó en el 2017 los compromisos propuestos por el gigante estadounidense para disipar los temores de un abuso de posición dominante.
Microsoft
La mayor sanción y la última impuesta por Bruselas a Microsoft es del 2013. El gigante estadounidense fue multado con 561 millones de euros por imponer durante 14 meses su navegador Internet Explorer a los usuarios de su sistema de explotación Windows 7, cuando se había comprometido a fines del 2009 a darles la opción de elegir.
Pero las fricciones entre la Comisión y Microsoft ya habían comenzado antes. Desde 1994, Bruselas logró, en colaboración con las autoridades estadounidenses, obligar a Microsoft a modificar sus reglas para otorgar licencias.
Para evitar demandas, la empresa se comprometió a limitar su duración a un año y a no insertar en los contratos cláusulas que obliguen a los fabricantes a comprar cierta cantidad de programas.
Una primera multa récord de 497 millones de euros le fue aplicada en el 2004: la Comisión condenó a Microsoft por haber abusado de su cuasimonopolio en el mercado de sistemas de explotación para PC.
En el 2006 se le aplicó a Microsoft una multa de 280.5 millones de euros por no haber ejecutado correctamente su condena, y luego otra multa récord de 899 millones en el 2008 (reducida a 860 millones en el 2012) por no hacer sus programas más abiertos.