De los 2,300 gimnasios que había en el país, hoy solo quedan 1,800 por complicaciones derivadas de la pandemia en el pago alquileres, endeudamiento con los bancos para adquirir maquinarias y la limitación del aforo al 50%. Enrique Fernández, presidente de la Asociación de Gimnasios del Perú (AGP), advirtió que de no ampliarse el aforo a 70%, podrían cerrar 360 gimnasios más.
El principal problema parte de la reducción actual del aforo en estos locales. Ante el cierre de los gimnasios en el 2020 debido a la pandemia, muchas de las membresías de los usuarios se quedaron paralizadas, por lo que ahora deben ser devueltas no en dinero sino permitiendo el uso de las instalaciones. Ellos representan el 30% del aforo, lo que deja solo un 20% de aforo disponible para nuevos usuarios.
“Muchos gimnasios tienen deudas por la membresía. Algunos clientes se habían matriculado un mes antes de que se cierren los gimnasios por la pandemia y con membresías de un año, por ejemplo. En ese caso se les tuvo que devolver 11 meses ahora que hemos reabierto”, comentó.
Esta situación acorta el nivel de ingresos de los gimnasios y complica sus gastos fijos como servicios, impuestos, planilla de los trabajadores y sobre todo el alquiler de locales. Casi un 70% de gimnasios son alquilados y se pagan tanto en soles como dólares.
Un local de entre 700 m² y 800 m², considerado el 40% de los gimnasios, cuesta un aproximado de S/ 5,000 mensuales dependiendo de su ubicación. En el caso de alquiler en dólares puede costar US$ 5,000 en distritos como Miraflores o Pueblo Libre, según Hernández. Esto sumado a la variación en el tipo de cambio (un dólar a más de S/ 4.10) afecta a quienes alquilan.
“En mi caso, tuve que cerrar dos gimnasios porque ya no era rentable. No se puede pagar un local, porque al cambio pagaba antes casi S/ 18,000 y con esto último he pagado a veces S/ 22,000, es mucho”, agregó.
Cerca de 500 locales han cerrado desde el inicio de la pandemia, divididos entre los que están aún a la espera de una ampliación del aforo y los que cerraron sus puertas definitivamente por no poder cubrir sus gastos.
En el caso del pago de planillas, de momento los gimnasios solo cuentan con entre el 50% a 70% de su personal en algunos casos, pero no todos habrían aplicado a la modalidad de suspensión perfecta. Hernández explica que muchos de los trabajadores o profesores que dejaron de trabajar para los gimnasios tomaron la decisión de dictar clases en parques o en sus casas, sin muchas veces tener los protocolos debidos de bioseguridad ante el COVID-19.
“Estos profesores de baile incentivan a los usuarios a que no se queden en los gimnasios ante el temor de contagiarse y ganan dinero líquido, porque no pagan impuestos. No hay quien los supervise y eso también nos afecta”, expresó.
El último factor es el endeudamiento con los bancos mediante préstamos para comprar maquinaria. Fernández refiere que cerca del 70% de gimnasios está endeudado por esto y los otros motivos mencionados.
Sin soluciones
El miércoles 22 de setiembre se realizó una reunión entre el Ministerio de Producción (Produce) y la Asociación de Gimnasios del Perú junto a otros gremios representativos para conversar principalmente, en el caso de los gimnasios, sobre la ampliación del aforo y la habilitación para el uso de zonas húmedas dentro de este como duchas y saunas.
“Todas las zonas húmedas están prohibidas, se pidió la reapertura de las duchas, por ejemplo, y recién el martes o miércoles nos darán una respuesta. No se llegó a nada en concreto, solo dijeron que lo evaluarían con el Minsa”, precisó.
Según Fernández, la reunión fue convocada por iniciativa de los gremios desde hace casi tres semanas. En ese sentido, están a la espera de obtener soluciones para este sector y lograr que no sigan cerrando más locales.