Aunque su presencia en el mercado peruano data de hace mucho tiempo, su consolidación viene basada en la compra de Exsa, la empresa de explosivos local. La empresa de origen australiano ve tal potencial en el Perú que no descarta instalar un centro de innovación en el país. Al respecto Germán Morales, presidente de Orica para Latinoamérica comentó a Gestión lo planes de la empresa.
A poco más de tres meses de haber cerrado la compra de Exsa, ¿cómo recibió Orica la empresa?
Al asumir las riendas de la empresa, no se ha dado ninguna sorpresa, el proceso de due diligence fue bastante completo, además nos tomamos el tiempo suficiente para entender la compañía antes de tomar una decisión final.
Su idea al anunciar la operación era que Exsa fuera el epicentro en la región para Orica. ¿Cómo han planificado que esto se ejecutará?
El activo industrial que tiene Exsa en Lurín es un complemento importante a las capacidades que nosotros necesitamos en Latinoamérica. Su potencialidad es enorme y lo podemos llevar a volúmenes que, Exsa por sí solo, no lo iba a lograr. Queremos que ese activo sea uno de los epicentros industriales de Latinoamérica y probablemente desplace al que ahora tenemos para abastecer al mundo. Desde ahí vamos a suministrar no solo a Latinoamérica sino a Norteamérica, y probablemente exportaciones a otras regiones dentro de Orica.
¿A qué volúmenes podrían llegar?
Los volúmenes dependen de los tipos de producto, metraje y características, pero si agrupamos un mix medio de productos lo que esperamos es llegar a 60 millones de piezas producidas en esa instalación hasta el año 2022, de los 11 millones que hoy tiene Exsa.
¿Y este año a cuánto llegaría la producción?
Es complicado dar cifras, porque la minería peruana se ha visto muy afectada a partir del 16 de marzo cuando se cerraron las actividades. Es probable que en el 2020 veamos volúmenes menores a los que vimos en el 2019 y que en el 2021 retomemos el patrón de crecimiento que teníamos previsto.
¿La planta de Lurín está operativa?
La planta está operativa dentro de las directrices que ha permitido el Gobierno al privilegiar que la minería continúe funcionando, y la mayoría de nuestras instalaciones, incluidas las de Orica, están funcionando.
¿Cómo afecta el covid-19 los planes que tenían?
Es una disrupción para todos, y lo más notable es que hemos replanificado todo el proceso de integración, que habitualmente se hace de una manera presencial a una integración remota. Pero como todo cambio, es una oportunidad de repensar cómo hacer las cosas y con mayor eficiencia.
En cuanto a plantas, ¿han pensado hacer nuevas inversiones o unificar a Exsa con Orica?
En el caso de Orica disponemos en el Perú de plantas de explosivos a granel, ubicadas en Huachipa y en Congata (Arequipa); Exsa se dedica a explosivos a granel, encartuchados y sistemas de iniciación con plantas en Lurín, Tacna y Trujillo, y van a seguir funcionando, y las que teníamos nosotros también, dado que el transporte de explosivos tiene un costo alto y queremos tener una distribución homogénea dentro del mercado.
¿Cuál es la capacidad de producción que lograrán en explosivos a granel, en base a que como Orica ya están en ese negocio?
En cuanto a explosivos a granel, se integran entre las dos entidades un total de cinco plantas localizadas en diversas partes del país, sumando capacidades instaladas por sobre las 45,000 toneladas.
¿Cuál es la cifra que han estimado en inversión para alcanzar el potencial en producción en el Perú?
Entre unos US$ 40 millones y US$ 50 millones es lo que tenemos previsto para los próximos dos años, monto que no es solo para alcanzar un nivel de producción sino también para adecuaciones en seguridad y medio ambiente en la planta de Lurín. Vamos a reforzar maquinaria para mejorar la capacidad productiva, etapa que ya está en planificación.
¿Es una inversión solo para Exsa o se incluye también Orica?
Es un conjunto de inversión para todo el Perú.
¿Hubo algún ajuste por la coyuntura?
Entendemos que la situación actual es temporal y el crecimiento latinoamericano sigue siendo positivo, y no contemplamos una reducción en las inversiones ni un alargamiento de los plazos. El calendario no se ha modificado.
¿Qué otros productos del portafolio mundial pueden traer al Perú?
Hoy somos la mayor compañía del mundo en explosivos e invertimos unos US$ 60 millones en innovaciones, y tenemos una serie de productos de todas las gamas, desde nuevos explosivos a granel, como nuevos sistemas de iniciación y soluciones de servicio a la minería que ya estábamos trayendo al mercado peruano, y que con Exsa vamos a acelerarlo y acercar a más clientes.
¿Cuentan con centros de innovación?
Tenemos un centro de innovación regional que abarca cuatro grandes regiones y tenemos un gran centro de innovación y desarrollo en Australia. En el caso de Latinoamérica, hoy está ubicado en Chile y lógicamente si el centro alcanza a Perú podremos hacer alguna modificación.
¿Podrían tener otro centro de innovación?
Sí, perfectamente. No tenemos ninguna limitación al respecto, y si el mercado amerita que tengamos uno nuevo o traslademos el existente, así lo haremos.
¿Ven una nueva compra en el país?
Lo que buscábamos era la consolidación en el Perú y el acceso a una red industrial más potente, y todo ya lo hemos cubierto. No vemos intención en otra adquisición.
FICHA TÉCNICA
- Estudios: Master of Science de Ingeniería Civil por la Universidad Politécnica de Madrid. Executive MBA, Instituto de Empresa, Madrid.
- Experiencia anterior: Gerente general de Maxam.
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Mientras que en Argentina, Colombia, Panamá y Ecuador, cerraron el país y todas las actividades, en el caso de las minas en Brasil y Chile no se han visto afectadas. Y en el caso intermedio está la minería peruana.
“El consumo de electricidad de la minería peruana cuando se cierra la actividad cayó en 50%, que es un indicativo de la actividad”, señala Germán Morales.
Y mientras algunas mineras han empezado a operar, como Las Bambas, otras siguen paralizadas. “En las últimas semanas se empieza a ver crecimiento, pero no espero que haya una recuperación de volúmenes a nivel precovid hasta setiembre u octubre de este año”, dijo.
Otros sectores también están en la mira de Orica. Luego de la minería, el principal demandante de explosivos es la construcción, donde también tienen presencia, en el caso de túneles, proyectos hidroeléctricos y canteras, entre otros.
“También hay aplicaciones más de nicho, como las demoliciones, o explosiones sísmicas para petróleo, donde tenemos presencia con producto y tecnología adecuadas”, agregó Morales.