Ricardo Briceño, presidente del directorio de Textil del Valle relata a Gestión los próximos pasos que tendrá la empresa de cara al 2023 bajo una estrategia de sostenibilidad. No solo se perfila nueva infraestructura, sino también el dar un producto más sofisticado al público.
Había planes de que Textil del Valle estaba por concretar...
La empresa fue fundada hace 35 años por Reynaldo Gubbins. Yo he sido socio minoritario en todo ese tiempo y, hace un mes y medio, conseguí a un grupo de inversionistas que ha comprado las acciones al grupo mayoritario. Tras ello, he sido elegido presidente del directorio.
¿Son inversionistas locales o extranjeros?
Son locales.
¿Con experiencia en el sector textil confecciones?
Sí, y yo sigo como accionista.
¿Cómo quedan los planes que se habían trazado?
Los planes de la empresa se mantienen. Los accionistas creemos en el sector y en la empresa.
¿Cómo ha sido este año para Textil del Valle?
Para el sector confecciones el año ha sido muy bueno. Textil del Valle fabrica para marcas internacionales, y este 2022 China ha venido fallando a estas marcas que buscaron alternativas y hemos tenido una mayor demanda. Nosotros estamos a la altura de satisfacer a las marcas y no queremos que sea una situación coyuntural sino permanente.
¿Cumplieron las metas trazadas?
Sí. Hemos llegado al presupuesto, el cual fue ajustado a mitad de año hacía arriba dada la demanda adicional.
¿Cuál sería el crecimiento de ventas para este año?
En relación al 2021, estamos por encima de 25% de crecimiento.
¿Cuál es la mira en cuanto al desarrollo de producción?
Vamos a migrar a tener más prendas con poliéster, pero queremos que sea reciclado. A futuro pondremos una planta de hilado de poliéster para usar como materia prima botellas que vamos a recoger de Chincha. Y estamos en un proyecto con una ONG para producir algodón orgánico en Tarapoto, donde se están cambiando los cultivos de coca por algodón de este tipo.
¿Esta planta de poliéster es la que se quería trabajar junto a otras empresas del sector o es solo de Textil del Valle?
Los vemos como un proyecto de manera independiente, pero por temas de rentabilidad podremos hacer maquila para otras empresas.
Este proyecto y otros, ¿qué tan rápido se ejecutarán con los nuevos accionistas?
Tenemos que ver las condiciones financieras. En el mundo hay un aumento enorme de costos y debemos revisar cómo financiar todo. Tal vez nos retrase los planes o nos obligue a buscar el ingreso de un nuevo socio que venga con capital para acelerar todo.
Lo definirían para 2023…
Así es. Si nuestros planes de expansión se confirman, y estamos seguros que queremos crecer de manera rápida, puede entrar ese inversionista con un aporte de capital.
¿Y hacia qué apuntan en lo que se refiere a oferta?
Queremos hacer prendas cada vez más sofisticadas, de repente con menos kilos de algodón, pero con mayor conocimiento de lo que es la prenda, y tecnología, empleando data de inteligencia artificial para competir con el resto del mundo en ese campo.
¿Han pensado vender estos nuevos productos en el mercado local?
Lo estamos evaluando. Tener una marca propia pero diferenciada, que no compita con nuestros propios clientes. No es un proyecto fácil, lo estamos evaluando. Pero sería una marca no solo dirigida al mercado local, sino también al extranjero. Lo veremos más adelante porque nuestro proyecto principal es incrementar mucho el volumen de producción que tenga un mayor componente de fibras que no sean algodón.
¿En cuánto podría elevarse?
Estamos al tope de nuestra capacidad de producción. No podría especificar en cuánto porque hay dos maneras de crecer: una es incrementar máquinas en nuestras instalaciones, y la otra es hacer otras labores en talleres certificados por nosotros mismos, que es aceptado por las marcas a las que vendemos.
¿Y en infraestructura están pensando crecer?
Siempre podemos crecer en máquinas, en líneas de costura, en tejeduría o tintorería, que lo vamos a hacer. Pero más que eso vamos a elevar el valor por kilo producido que es hacer prendas más sofisticadas y que requieran mayor número de minutos de costura, es decir más complejas pero con un valor unitario mayor.
Eso requiere un equipo más creativo...
Exacto. Queremos salir del básico y hacer prendas más sofisticadas.
¿Qué porcentaje de su producción son básicos?
Prácticamente no hacemos básico, poco a poco vamos abandonando los productos sencillos y vamos por los más complicados. Por ejemplo, producimos la línea top de Ralph Lauren (Purple Label), y estamos invirtiendo mucho en prendas no teñidas sino estampadas en máquinas 3D y en prendas como las de Lululemon o Patagonia, que son bastante caras, con poco contenido de peso, pero con mucho minutaje y sofisticación. Todo esto se va a reforzar en el 2023.
Planta con propósito
Textil del Valle tiene una meta: el tratar de ser la planta de confecciones más sostenible del mundo ¿qué hay detrás de ello? “Hace un tiempo nos dimos cuenta que el perfil de nuestro usuario, que es joven, es diferente al de hace una o dos décadas. Ante se buscaba lucir una marca en la prenda, hoy los jóvenes buscan otro tipo de atributos (¿cómo está hecha? ¿dónde? ¿con qué?) y cambiamos el foco de inversión hacia el objetivo de la sostenibilidad”, dice Ricardo Briceño.
Para ello, la empresa ha invertido en paneles solares para producir su propia energía, en tratamiento de agua, uso de colorantes y algodón orgánico, polyester reciclado. “Es decir, más que en invertir en maquinaria gruesa viene en cambios sustanciales, esperamos lograr que las marcas reconozcan ello, y estamos yendo hacia marcas con propósito, como Patagonia, de la que buscamos sea un cliente muy importante”, agrega.