El panorama para las exportaciones de uvas peruanas se mantiene positivo. Los envíos de la campaña 2022-2023 -que inició en octubre y va hasta abril- aumentarían en 11% respecto a la temporada anterior, según proyecciones de la Asociación de Productores de Uva (Provid).
Para la campaña 2022-2023 se exportarían 71.5 millones de cajas de uvas (de 8.2 kilos cada una), estima Provid. De esta forma, se mantendría la tendencia creciente de envíos al exterior registrada en los últimos años (ver cuadro).
Entre los factores que explican el incremento de las exportaciones se encuentran el mayor cultivo de semillas patentadas importadas, pues son más productivas, y la adecuación de la oferta hacia la mayor demanda global de las uvas sin pepa, indicó Manuel Yzaga, presidente de Provid.
“No hemos crecido tanto por aumentar las áreas de cultivo (solo aumentaron en 2% en la última campaña), sino porque las variedades patentadas producen el doble por hectárea que las variedades tradicionales, no patentadas. Eso nos ha permitido crecer”, señaló Yzaga.
Las variedades patentadas, por las que luego se paga una licencia de uso, son elaboradas tras investigaciones realizadas en otros países. “Importamos el material genético que ha sido patentado en Estados Unidos, España, Chile o Sudáfrica. El Perú no cuenta con programas de desarrollo genético de la uva, como sí lo hay en el caso de la papa”, refirió Yzaga.
Según muestran las estadísticas de Provid, hace cinco años el 23% de las uvas exportadas eran patentadas. Este porcentaje fue incrementándose y en la última campaña han alcanzado una participación del 62% del total de uva exportada.
El segundo factor ha sido reorientar la oferta hacia las variedades sin pepa (las uvas patentadas pueden ser con pepa y sin pepa). “La mayor demanda es de uvas sin pepa, en distintas variedades, pueden ser verdes, rojas o negras. Las variedades nuevas son muy atractivas, bonitas y sabrosas”, subraya el ejecutivo.
Hace diez años, el 80% de las uvas exportadas eran las ‘red globe’ con pepa. Ahora las uvas con pepa solo representan el 25% de los envíos al exterior, mientras que el 75% son uvas sin pepa.
Sobre ello, se destaca la capacidad de adaptación de los productores hacia nuevas tendencias de la demanda, subrayó Claudio García, vicepresidente de Ventas LATAM de ProducePay, una startup de financiamiento agrícola fundada en EE.UU. y que ahora tiene presencia en seis países de la región, entre ellos Perú.
La demanda de uvas sin pepa crece a nivel global debido a su mayor facilidad para consumir y menor riesgo de atragantamiento, sobre todo para los niños.
“Los productores peruanos han tenido capacidad de adaptación y entender la nueva demanda del mercado. El mercado americano está demandando más las variedades sin semilla (pepa) y Perú ha encontrado una buena oportunidad como proveedor”, refirió García.
Riesgos
Hacia el futuro, Izaga refiere que entre los riesgos para el sector figuran una posible recesión en Estados Unidos, el principal mercado comprador de Perú, que podría reducir la demanda de uvas.
Por ello también refiere sobre la necesidad de abrir nuevos mercados de exportación. Hay expectativa de un próximo acuerdo con Japón para iniciar envíos.
“Necesitamos que se abran más mercados. La misma cantidad de fruta que producimos no podemos llevarla a los mismos mercados, sino el precio bajará, la velocidad de los acuerdos bilaterales no es tán rápida como quisiéramos”, anotó Izaga.
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Datos
-En la última campaña 2021-2022 el 41% de las exportaciones de uva fue a los Estados Unidos, seguido de Holanda (14%), China (13%), México (55), y Reino Unido (5%).
-En Perú se cultivan 21,099 hectáreas de uva de mesa. La mitad de ellas se encuentran en la región de Ica.