Michelin anunció que suspende la actividad de la fábrica de neumáticos que tiene en Rusia y también las exportaciones hacia su mercado, ante las fuertes perturbaciones por la guerra en Ucrania y el impacto de las sanciones occidentales contra Moscú.
El grupo francés, que no mencionó en ningún momento la posibilidad de salir de Rusia, explicó en un comunicado que “en este contexto muy difícil e incierto” la prioridad es “acompañar a todos los asalariados afectados por esta crisis”, en particular los de Rusia.
También indicó que se mantiene “completamente movilizado” y tiene intención de adaptar sus decisiones “en función de la evolución de la situación”.
Su planta de Davydovo, en la que hay unos 750 trabajadores (de los 1,000 empleados de la empresa en Rusia), se dedica a la fabricación de neumáticos de turismo y de recauchutados para camiones, dirigidos esencialmente al mercado local ruso.
Un portavoz precisó que una pequeña parte de la producción iba destinada igualmente a países del norte de Europa.
La planta, que tiene una capacidad de entre 1.5 millones y 2 millones de neumáticos anuales, aporta un 1% de la producción global del grupo.
El mercado ruso, al que Michelin también exporta neumáticos fabricados en otros países, representa el 2% de sus ventas mundiales.
Desde los primeros días de la guerra, y en línea con las obligaciones derivadas del embargo occidental, Michelin había suspendido un contrato de aprovisionamiento de neumáticos de aviones para la aerolínea rusa Aeroflot.
Además, el 4 de marzo la Guía Michelin indicó que suspendía sus recomendaciones de restaurantes en Rusia, apenas cinco meses después de haber lanzado la primera guía gastronómica dedicada a Moscú.