Mark Zuckerberg fue demandado este lunes por el fiscal de Washington, Karl Racine, por engaño y violación de una ley de protección al consumidor. La decisión está relacionada con el caso Cambridge Analytica, en el que la consultora utilizó cantidades masivas de datos de usuarios de Facebook.
Este es un segundo intento de incluir al cofundador de Facebook en la demanda relacionada con Cambridge Analytica.
En marzo, un juez del Tribunal Superior del Distrito de Columbia, la jurisdicción de la capital estadounidense, había rechazado que la fiscalía llamara a Zuckerberg como testigo en el proceso iniciado en el 2018 y que tiene a la red social en el centro.
Se acusa a la consultora Cambridge Analytica de haber recogido y utilizado, sin consentimiento, los datos personales de 87 millones de usuarios de Facebook, a los que la plataforma le había dado acceso.
Estos datos habrían sido utilizados para desarrollar un software destinado a dirigir el voto hacia Donald Trump en la campaña presidencial del 2016.
Mark Zuckerbeg “es en gran medida responsable de la ‘visión’ de su plataforma que requería exponer los datos personales de los usuarios”, argumenta el fiscal en el documento de citación, presentado el lunes en el Tribunal Superior del Distrito de Columbia.
Para Racine, el presidente de Facebook “era consciente de los riesgos” que implicaba manejar los datos personales de los usuarios de la plataforma para aumentar los beneficios de la compañía.
Él fue “directamente responsable del laxismo de Facebook respecto a la aplicación de sus normas”, continuó el fiscal.
Como presidente, Zuckerberg “tenía autoridad para controlar las prácticas engañosas y los errores” del funcionamiento de la plataforma, siempre según la acusación.
En julio del 2019, las autoridades federales multaron a Facebook con US$ 5,000 millones por haber “engañado” a sus usuarios y le impusieron un control independiente de su gestión de datos personales.
Contactada por la AFP, la empresa declinó hacer comentarios.
Desde el escándalo de Cambridge Analytica, Facebook eliminó el acceso a sus datos de miles de aplicaciones sospechosas de abusar de esa información, restringió la cantidad de información disponible para los desarrolladores en general y facilitó a los usuarios la posibilidad de restringir la difusión de sus datos personales.