Lyft lanzará nuevas bicicletas eléctricas en San Francisco

El lanzamiento de este modelo actualizado será en San Francisco el 6 de junio. Presenta una serie de mejoras de accesibilidad y durabilidad en comparación con las bicicletas actuales a batería que Lyft alquila por minuto en nueve ciudades de Estados Unidos. La vida útil de la batería es mucho más larga, el centro de gravedad es más bajo y el asiento se puede acomodar mejor a los usuarios menos altos.

No hay palanca de cambios; el motor eléctrico montado en la rueda posterior tiene sensores que se ajustan automáticamente al par, la cadencia y la velocidad del ciclista. Una consola digital montada en el manillar alertará a los pasajeros sobre cosas como límites de velocidad locales y zonas de estacionamiento fuera de los límites. La pintura blanca reflectante, como la que se encuentra en las señales de tráfico, es un elemento adicional de visibilidad.

“Obviamente, aprendimos mucho en los últimos años”, dijo John Zimmer, presidente y cofundador de Lyft. “Esta es la primera pieza de hardware que diseñamos desde cero para aprovechar esos aprendizajes y crear una experiencia súper segura”.

Las primeras 100 bicicletas llegarán al sistema Bay Wheels de San Francisco como parte de una prueba beta pública de varias semanas, según la compañía. Está programado un despliegue más amplio para el sistema Divvy de Chicago este otoño, y se agregarán más ciudades para fin de año. Los nuevos modelos reemplazarán las bicicletas eléctricas antiguas a medida que se desgastan.

Hay mucho en juego en estos nuevos y elegantes vehículos de dos ruedas, que se producen casi tres años después de que Lyft adquirió Motivate, el operador de bicicletas compartidas más grande de Norteamérica, y dos años después de introducir las primeras bicicletas eléctricas en sus flotas.

Ese lanzamiento fue difícil; en el 2019, docenas de lesiones relacionadas con los frenos reportadas en la ciudad de Nueva York llevaron a Lyft a retirar aproximadamente 1,000 bicicletas de las calles, una medida que replicó en Washington, DC y San Francisco (el problema de los frenos eventualmente significó al menos seis demandas). La empresa retiró sus bicicletas del Área de la Bahía nuevamente unos meses después porque algunos vehículos se incendiaron.

Un portavoz dijo que probaron las nuevas bicicletas de manera exhaustiva para cumplir con los estándares de seguridad estadounidenses, canadienses e internacionales. También cuentan con piezas que son más fáciles de desmontar y reparar, y sensores internos que señalan las necesidades de reparación a los técnicos.

La tecnología de las bicicletas eléctricas está en un momento crucial. El temor al COVID-19 instó a personas a buscar alternativas de transporte; así, una gran cantidad de fabricantes ingresaron al mercado de las bicicletas eléctricas en EE.UU., y las ventas de bicicletas asistidas eléctricamente se dispararon durante la pandemia, creciendo 145% del 2019 al 2020.

A las bicicletas eléctricas también se les ha atribuido el mérito de atraer a más ciclistas a los programas de bicicletas compartidas, que han soportado un año más complicado. Impulsada por los recortes en el servicio de tránsito y los programas de transporte gratuito para trabajadores esenciales, una ola de usuarios primerizos llegó a compartir bicicletas durante la pandemia, incluidas miles de mujeres, que históricamente han tenido menos probabilidades de montar bicicleta.

Las bicicletas eléctricas compartidas demostraron ser particularmente populares, ya que el motor facilita recorrer distancias más largas o subir pendientes empinadas. Aún así, los cierres económicos y los temores del virus afectaron la cantidad de pasajeros en general, con viajes en seis de los sistemas de bicicletas compartidas más grandes del país a la baja un 45% en la primavera del 2020 con respecto a los niveles del 2019.

Sin embargo, con las reaperturas, el uso se ha recuperado. En mayo, tanto Citi Bike como Divvy rompieron los récords anteriores de pasajeros de un solo día.