La cadena Antica Gelateria del Corso tiene sus orígenes a inicios del siglo XX en el café de Tanara en la Piazza Garibaldi de Parma, Italia. Desde esa fecha, opera ofreciendo el gelato tradicional italiano en diversas partes el mundo, incluyendo ciudades como Madrid (España), Shangai (China), Santiago de Chile (Chile), entre otras. En marzo del 2023, Nestlé, propietario de la marca, inauguró su primer ‘flagship’ en Perú (San Isidro), marcando el debut de la compañía en el formato retail. ¿Cómo le fue y qué planes tiene para este año?
Macarena Rodríguez, gerente de marketing de la división de Helados de Nestlé Perú, señaló que cumplieron con todos los estimados de venta y posicionamiento de marca en su primer año de operación. En concreto, registran un promedio de 8,000 comensales por mes, con un ticket promedio de S/ 14.
“Calificamos nuestro primer año como un buen inicio de operaciones, al ingresar por primera vez con un formato super premium; sin embargo, aún mantenemos el reto de crear una base más grande de consumidores”, dijo.
Para su segundo año de operaciones, proyectó un crecimiento entre 5% y 10%. “Iniciamos operaciones en marzo del 2023, por lo que nos perdimos la etapa más fuerte entre enero y febrero. En ese sentido, al ser un negocio estacional, tendremos mejores resultados en 2024″, dijo la ejecutiva.
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Segundo local y alternativas de expansión
Con relación a sus planes para 2024, Rodríguez adelantó que alistan su segundo local a finales de año. “Nos encontramos evaluando el formato en el que lanzaremos este proyecto. Nos han tocado la puerta muchos centros comerciales para abrir una tienda, pero también se mantiene la posibilidad del puerta a calle u otros formatos”, sostuvo.
En relación con su posible ubicación, pese a que ven buenas perspectivas para seguir invirtiendo la capital, señaló que no descartan la posibilidad de llegar a provincias. “Lo más relevante en nuestro estudio de viabilidad es la selección de la mejor ubicación para un negocio de este rubro y características”, señaló la directiva.
Para su primera apertura, destinaron una inversión total de S/2 millones, que incluyó cuestiones como la construcción de la zona de atención, así como el taller de elaboración del gelato. “Nosotros nos hacemos cargo de todo el proceso productivo. Por ello, en caso de mantenerse la ubicación en Lima, se abastecería de nuestra primera tienda, donde ya tenemos montado nuestra capacidad operativa y esto nos permitiría reducir la inversión en el segundo local”, señaló Rodríguez.
De otro lado, al ser consultada por la posibilidad de convertir la operación en franquicia, la ejecutiva señaló pese a que es una posibilidad de crecimiento, por el momento no tienen planes aplicar dicho modelo.
“Dependerá del ritmo de crecimiento. Pese a que hemos registrado un buen desempeño, aún estamos en la etapa de crear la marca y de conocer aún más al perfil del consumidor peruano. Por esas razones, queremos continuar con la gestión propia al 100%, para poder tomar cualquier decisión de manera ágil y permitir que la marca cumpla con su promesa”, señaló la ejecutiva de Nestlé.
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Mayor oferta
Parte de las acciones de crecimiento para su segundo año incluye la ampliación de su carta, introduciendo platos salados (sándwiches y empanadas), además de fortalecer alternativas de bebidas.
En relación con su oferta de gelatos, a la fecha cuenta con 20 sabores, los cuales se mantienen en constante evaluación. “Cada dos o tres meses introducimos nuevos sabores, además de retirar los que no traccionan a niveles deseados”, remarcó.
Según explicó Rodríguez, la diversificación de la carta pasa por la necesidad de atender diversos perfiles de consumidores. “Nuestro local (Camino Real) cuenta con una ubicación que nos permite llegar a oficinistas, asistentes al teatro de la PUCP, además de los vecinos de San Isidro”, anotó.