El fabricante estadounidense de aviones Boeing confirmó que se detectó un defecto de fabricación en su 787 Dreamliner de larga distancia, un modelo ya afectado por problemas técnicos.
Piezas de titanio del aparato no responden a las normas de solidez exigidas para los 787 construidos en los últimos tres años.
“Recibimos una notificación de un proveedor sobre algunas piezas que no fueron construidas correctamente”, dijo un portavoz de Boeing.
“Está en curso una investigación, pero hemos determinado que no hay peligro inmediato para la seguridad de la flota de aviones en servicio”, añadió.
“Los aparatos que aún no han sido entregados serán reorganizados debidamente antes de su entrega a los clientes”, afirmó también el vocero.
Este no es el primer incidente concerniente al 787 Dreamliner.
Otros vicios de fabricación fueron descubiertos el año pasado en una parte del fuselaje y en el estabilizador horizontal.
A mediados de julio, Boeing anunció haber encontrado otra falla en la nariz del avión lo que la obligó a suspender entregas y reducir el ritmo de producción.
La seguridad de los Boeing está seriamente en cuestión desde los accidentes de los aparatos 737 MAX que dejaron 346 muertos en el 2019 y 2019.