LG Electronics, en su momento uno de los mayores fabricantes de teléfonos móviles, anunció hoy que deja de manufacturar estos dispositivos ante la creciente competitividad del sector y después de que esta rama de negocio le haya generado déficit en el último lustro.
La empresa surcoreana hizo pública la decisión, aprobada este mismo lunes por su junta directiva, a través de una comunicación al regulador bursátil surcoreano.
En un comunicado posterior enviado a los medios, la empresa explicó que abandona el “increíblemente competitivo sector de la telefonía móvil” para centrar sus recursos en zonas en las que ve potencial de crecimiento como componentes para vehículos eléctricos, tecnología 6G, robótica, domótica o inteligencia artificial.
La empresa indicó también que su inventario actualmente disponible seguirá a la venta y que “LG brindará soporte en cuanto a servicio y actualizaciones de software para los clientes de los productos móviles existentes durante un período de tiempo que variará según la región”.
LG prevé “que la liquidación del negocio de telefonía móvil se complete para el 31 de julio, aunque inventarios de algunos modelos existentes aún podrían estar disponibles después de esa fecha”.
“LG trabajará conjuntamente con proveedores y socios durante todo el proceso de cierre de nuestro negocio de teléfonos móviles. Los detalles relacionados con las plantillas se determinarán a nivel local”, añadió en el comunicado.
De cara al futuro, la compañía con sede en Seúl prometió seguir haciendo uso de las “tecnologías centrales desarrolladas durante las dos décadas de operaciones comerciales con móviles” para aplicarlas a “productos existentes y futuros”.
La decisión llega después de que la empresa apuntara en su última presentación de resultados en enero que el futuro de esta división, en números rojos desde el segundo trimestre de 2015 y con pérdidas acumuladas por valor de unos 5 billones de wones (unos 4.434 millones de dólares), estaba abierto a “cualquier posibilidad”.
LG, que a principios de la pasada década llegó a ser el tercer fabricante mundial de teléfonos móviles solo por detrás de Samsung y Apple, ocupaba actualmente la novena posición, con apenas un 2 % de cuota de mercado global, según la consultora Counterpoint Research.