La empresa de pagos de origen ecuatoriano Kushki anunció que alcanzó la categoría de “unicornio” -aquellas compañías cuya valoración supera los US$ 1,000 millones - e informó de una inversión adicional de US$ 100 millones.
“Toda la farándula alrededor del ‘unicornio’ es una cosa que nos pone orgullosos, es poder enseñar que sí es posible romper muchas barreras en Latinoamérica”, dijo Aron Schwarzkopf, director ejecutivo y cofundador de Kushki.
Schwarzkopf celebró la noticia junto a Sebastián Castro, cofundador y presidente, y ambos coincidieron en que, a pesar de la importancia de este logro, el objetivo de Kushki sigue siendo el mismo: “conectar Latinoamérica con pagos”.
“Estamos orgullosos de todo el trabajo del equipo para traer la empresa hasta este punto, es el comienzo de un nuevo capítulo para la empresa. Todavía tenemos por delante la misión de conectar Latinoamérica con pagos”, añadió Castro.
Asimismo, anunciaron una extensión de US$ 100 millones en su recaudación de fondos de Serie B, con una valoración superior a los US$ 1,000 millones.
Esta última, detallaron, incluye la participación de inversores nuevos y antiguos, incluyendo Kaszek Ventures, Clocktower Ventures, SoftBank Latin America Fund y DILA Capital, entre otros, alcanzando un total recaudado en la Serie B combinada a US$ 186 millones.
La inversión llega después de que Kushki, con sede en Quito (Ecuador), reportó haber crecido en el 2021 en un 200%, algo especialmente notable ante el contexto económico internacional de gran incertidumbre.
Aunque el director ejecutivo explicó que, pese a las complejidades del mercado, “los pagos van a seguir subiendo”.
En la actualidad, la empresa emplea a 750 personas, opera en cinco países y utiliza equipos locales para ofrecer soluciones personalizadas a los clientes de cada país.
Ambos destacaron la relevancia para Kushki de contar con los mejores talentos de la región y agradecieron la labor de sus colaboradores.
La “paytech” detalló que los nuevos fondos se dedicarán a “acelerar” la evolución de Kushki a una “moderna infraestructura de pagos para toda América Latina” que facilite las transacciones de pagos digitales en toda la región, independientemente del país.
Con esto, previeron, se logrará acelerar también la transformación digital y el crecimiento económico, mediante la facilitación a las empresas para impulsar la adopción de pagos en línea por parte de los consumidores.
Por último, Schwarzkopf recordó que, además de ser una oportunidad, crear una empresa latinoamericana también está siendo un reto.
“Aunque tenemos culturas similares y estamos cerca, todos los países son distintos”, sentenció, a la vez que aseguró que la misión de conectar Latinoamérica con pagos “está apenas empezando”.