Luego del impacto en el nivel de morosidad del Banco Falabella durante el 2020 a causa de la pandemia, la entidad financiera empezó a mostrar mejoras en el 2021.
Así lo señala la clasificadora de riesgo Apoyo&Asociados, que espera que esta tendencia se mantenga hacia fines del presente ejercicio, conforme el sector retail y la economía peruana se recuperan.
La morosidad del banco descendió de 6% en setiembre del 2020 a 2.1% en igual periodo del año en curso.
No obstante, la clasificadora sostiene que dicha recuperación podría verse limitada por la imposición de nuevas medidas restrictivas que pudiese emitir el Gobierno en el futuro para enfrentar la pandemia.
Pero incluso en dicho escenario eventualmente adverso, al que se podría sumar una mayor inestabilidad política, la firma de rating considera que el Banco Falabella mitigaría los efectos que se pudiesen generar en ese marco hipotético.
“Lo anterior, debido, entre otros, a que el BFP (Banco Falabella Perú) es una entidad estratégica para el Grupo Falabella en Perú y, a su vez, Perú es un mercado importante para el Grupo, por lo que en caso fuese necesario se esperaría algún tipo de soporte de su matriz”, argumenta.
Capital
Adicionalmente, menciona que en junta universal de accionistas realizada en octubre último, se decidió aumentar el capital social del banco en S/ 100 millones, a lo que se añade la aprobación, en julio, del primer programa de bonos subordinados a emitir hasta por un monto máximo de S/ 250 millones.
De esta forma, la clasificadora estima que al cierre del 2021, el índice de capital global del mayor emisor de tarjetas de crédito del país registrará una mayor holgura.
Destaca que el banco buscó obtener diversos ahorros desde el inicio de la pandemia en Perú, lo que generó el cierre de algunas oficinas. Asimismo, se registró una disminución en los gastos en publicidad y en personal, debido a la reducción del mismo.
Sin embargo, debido a las inversiones que realiza la institución financiera para su conversión en un banco digital con presencia física, entre otros, los gastos administrativos llegaron a S/ 388.6 millones a setiembre, mayores en 16.8% respecto de igual periodo del 2020.
Calidad de cartera
Además, a pesar de la reducción de los gastos financieros y de provisiones durante los tres primeros trimestres del 2021, el banco no pudo compensar la disminución de los ingresos financieros e ingresos por servicios financieros netos, y el aumento de los gastos administrativos.
Así, a setiembre del 2021 acumula una pérdida neta de S/ 29.9 millones (S/ 55.8 millones a setiembre del año pasado), con lo que el indicador de rentabilidad anualizada sobre activos promedio fue de -1.0% (-1.7% a setiembre del 2020).
Ello aconteció a pesar de que en, en línea con la recuperación de la calidad de cartera del banco, se observó una significativa disminución en el gasto en provisiones por colocaciones neto, que a setiembre llegó a S/ 131 millones, muy por debajo de los S/ 316.5 millones del año previo.