Colonial, la empresa que opera la mayor red de oleoductos de Estados Unidos, anunció este miércoles la reanudación de sus operaciones después del ciberataque sufrido el viernes pasado.
Las operaciones de la compañía, que ofrece suministro al 45% del mercado de la costa este de Estados Unidos, se reanudaron en torno a las 17.00 hora local (21.00 hora GMT).
Pese a esta medida, Colonial informó en un comunicado en su página web que tomará varios días para que la cadena de suministro vuelva a la normalidad.
Por ello advirtió de que algunos mercados a los que ofrece servicio pueden sufrir o continuar sufriendo interrupciones durante el periodo inicial.
Aun así, aseguró que intentará trasladar gasolina, diésel y combustible para aviones “de manera tan segura como sea posible” y que lo seguirá haciendo hasta el regreso a la normalidad.
En ese sentido, hizo hincapié en que su prioridad será la seguridad, y con ese fin hará evaluaciones de este tipo en la red de oleoductos durante el periodo inicial.
La red transporta al día hasta 2.5 millones de barriles de gasolina, diésel y combustible de aviación desde las refinerías del Golfo de México al sur y el este de Estados Unidos.
Esta infraestructura fue atacada mediante la modalidad de ransomware, un programa que bloquea el acceso a la información a cambio del pago de una recompensa para liberarlo, por el grupo de piratas informáticos Darkside, según el FBI.
La escasez de suministros se había agudizado este miércoles en Estados Unidos por la interrupción de las actividades de Colonial y se había desatado el pánico entre los consumidores.
Medios de comunicación mostraron largas filas de vehículos en las estaciones de servicio de numerosas zonas del país.
De acuerdo con el portal especializado GasBuddy, este miércoles hubo escasez de combustible en gasolineras de Georgia, Alabama, Tennessee, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Florida, Virginia, Maryland, Misisipi, Virginia Occidental, Kentucky e incluso el Distrito de Columbia, donde está Washington D.C., entre otros.
Minutos antes del anuncio de Colonial, el presidente estadounidense, Joe Biden, había señalado que esperaba “buenas noticias” en las 24 horas siguientes y había vaticinado que la situación volvería a estar “bajo control”.
El diario The Washington Post había revelado que Colonial no tenía ningún plan de pagar un rescate y que se encontraba trabajando con una firma de ciberseguridad para restaurar los datos de sus sistemas de respaldo.