Frances Haugen, exempleada de Facebook, ha puesto a la compañía contra las cuerdas con su testimonio de este martes ante un subcomité del Senado de Estados Unidos, donde ha denunciado que la firma antepone el beneficio a la seguridad de los usuarios, pese al gran coste personal que teme que le puede suponer.
En su página web, esta mujer de 37 años originaria de Iowa se define como “defensora del control público de los medios sociales”, pero, como ella ha dicho ante el Subcomité de Protección al Consumidor, Seguridad de Productos y de Datos de la Cámara Alta, no está en contra de las redes.
De hecho, Haugen ha asegurado que cree en el potencial de Facebook y que las redes sociales pueden contribuir a conectar a la gente sin derribar la democracia, ni poner a los menores en peligro o instigar la violencia étnica en el mundo.
Esta licenciada en Ingeniería Informática y Eléctrica en Olin College y con un máster en Administración de Empresas en la prestigiosa Universidad de Harvard detalla en su web que su área de especialización es la gestión de algoritmos para vender productos.
Y da una pista sobre el motivo de haberse atrevido a destapar las prácticas del gigante tecnológico: cuando era pequeña iba con sus padres, ambos profesores, a los caucus de Iowa, lo que le inculcó “un fuerte sentido de orgullo por la democracia y responsabilidad hacia la participación cívica”.
Dijo adiós a Facebook por “la desinformación”
Haugen comenzó a trabajar en el 2019 en Facebook como responsable de Producto, pero decidió abandonar la compañía ante la desinformación que vio tras las elecciones en Estados Unidos del pasado noviembre, que desembocaron en el asalto al Capitolio en enero por parte de seguidores del entonces presidente, Donald Trump.
De hecho, Haugen desempeñó sus labores en la Unidad de Desinformación Cívica, que fue desmantelada por la empresa después de esos comicios.
“Me uní a Facebook porque alguien cercano a mí se radicalizó en internet. Me sentí obligada a adoptar un papel activo para crear un Facebook mejor, menos tóxico”, declaró Haugen, que desde el 2006 también ha trabajado en Pinterest, Yelp y Google.
Sin embargo, a lo largo de los dos años siguientes empezó a alarmarse por las decisiones de la firma de priorizar sus “propios beneficios sobre la seguridad pública”, lo que, a su juicio, ponía las vidas de las personas en peligro.
De hecho, Haugen ha subrayado que las plataformas de Facebook, que es propietaria también de WhatsApp e Instagram, son nocivas para los menores, fomentan la división social y debilitan la democracia; y la propia firma lo sabe en base a sus propios estudios.
Por ello, y a sabiendas del posible coste personal que le iba a suponer, la ingeniera afirma que decidió hacer públicas las prácticas de la empresa.
“He dado un paso adelante a expensas de un gran riesgo personal porque creo que es hora de actuar”, dijo Haugen ante el subcomité del Senado, donde los legisladores le prometieron que harán todo lo posible para protegerla y evitar cualquier venganza o acción legal contra ella.
Ocho quejas ante regulador estadounidense
Hace un mes, Haugen presentó ocho quejas contra Facebook ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, en sus siglas en inglés), alegando que la firma oculta información a sus inversores y a sus usuarios sobre las investigaciones hechas por la propia empresa sobre los problemas en sus plataformas.
Esta experta también ha filtrado documentos al diario The Wall Street Journal, que en los últimos días ha publicado una serie de artículos donde explica que Facebook conoce los problemas que generan sus plataformas, como los efectos de la desinformación y el daño que Instagram puede causar a los menores de edad.
Tras estas revelaciones, el futuro de esta mujer es incierto aunque puede dar pistas el hecho de que haya abierto una cuenta en Gofundme para recopilar fondos para viajar a Europa para hablar con legisladores y reguladores.