La joyería peruana Arin busca fortalecer sus exportaciones hacia nuevos destinos, para que así Estados Unidos deje de concentrar casi la totalidad de sus ingresos (98%), según indicó Juan Carlos Uceda Vargas, contador general de la empresa. La empresa apunta a enviar misiones comerciales a países europeos que tienen una demanda importante de joyas de oro y plata.
“Somos conscientes de que concentrar en un solo mercado nuestra cartera de clientes tiene un riesgo, por eso estamos en planes de desarrollar una estrategia de fortalecimiento para ampliar el mercado en Suiza, Inglaterra, Italia y España”, dijo a Gestión. Estos mercados no son nuevos para la empresa, pero los volúmenes que envía hacia ellos todavía son muy reducidos.
Entre los motivos que llevan a la empresa a incrementar sus exportaciones a estos mercados están los efectos de la invasión rusa a Ucrania, que han golpeado la economía de Estados Unidos y con ello las ventas de artículos suntuarios en ese país.
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Montos de facturación
Arin aspira este año a mantener pero no incrementar el monto de facturación del 2022, que ascendió a US$ 33 millones, sostuvo Uceda.
Los últimos años han sido de importante crecimiento para Arin. Hace dos años, el público estadounidense buscaba joyas “como nunca antes”, debido a un efecto rebote tras el primer año de pandemia y a que no podía gastar su dinero en viajes u otros placeres que implicaran un riesgo de contagio del COVID-19. Así, en el 2021 la empresa creció 20% con respecto al 2019, y los resultados positivos continuaron en el 2022 pero con un avance de 5%.
Uceda señaló que la planta que la empresa tiene en Chorrillos ahora cuenta con la ventaja de contar con un área de matricería para la fabricación inhouse de piezas y componentes de repuesto, lo cual les permite ahorrar tiempo y costos. Esta área fue implementada como parte de una inversión de US$ 1 millón que la empresa realizó en el 2022 para ampliar en 30% la capacidad productiva de su planta.
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El gerente general de Arin, Julio Pérez Alván, sostuvo en marzo que los costos de producción de la empresa habían subido 15% el año pasado, pero estos se trasladaron solo parcialmente a los precios finales (+5%). Lo restante lo asumió la empresa, que está trabajando en mejorar la eficiencia de sus procesos para mitigar los efectos en la rentabilidad.
“Ha habido una variación en los costos por el incremento de nuestros principales insumos, el alza de las tasas de interés y las variaciones en el tipo de cambio, pero en el transcurso de los meses esto va a ir reacomodándose”, agregó Uceda.