Johnson & Johnson dijo que espera que su negocio de insumos médicos comience a recuperarse en el cuatro trimestre, cuando se reanuden sus procedimientos médicos optativos retrasados por la pandemia del coronavirus.
El conglomerado sanitario estadounidense rebajó su previsión para el año completo por el impacto sufrido por su unidad de insumos médicos, ya que fueron suspendidos procedimientos como los implantes de cadera y rodilla. La división es responsable de casi el 30% de las ventas trimestrales totales.
No obstante, los inversores parecieron animados por el hecho de que J&J no se limitó a retirar sus previsiones para el 2020 por la incertidumbre sobre el coronavirus, mientras la pandemia provoca disrupciones masivas en los negocios en todo el mundo. También elevó su dividendo trimestral a US$ 1.01 por acción y sus papeles trepaban casi 5%, a US$ 146.89.
Las previsiones de J&J para el 2020 son de unas ganancias ajustadas de entre US$ 7.50 y US$ 7.90 por acción, por debajo de su estimación previa de US$ 8.95-US$ 9.10, asumiendo que un regreso del brote de coronavirus en el otoño boreal sería muy diferente a la actual crisis sanitaria mundial.
“Si el virus vuelve, el mundo debería estar mucho mejor preparado para hacer tests, identificarlo y aislarlo. También podría haber opciones terapéuticas disponibles”, dijo el presidente financiero, Joseph Wolk, en una teleconferencia.
Wolk indicó que espera que los procedimientos optativos y las visitas médicas puedan ser realizados en su mayoría en la segunda mitad del año, con lo que el negocio sufriría un impacto duradero pero empezaría a estabilizarse en el tercer trimestre.
Los laboratorios están inmersos en una carrera para desarrollar tratamientos y vacunas contra el nuevo coronavirus, que ha infectado a unos 2 millones de personas en todo el mundo. J&J está desarrollando una vacuna y planea comenzar los ensayos en humanos en setiembre, con la idea de tenerla lista bajo una autorización de uso en emergencia a principios del 2021.
El presidente ejecutivo de J&J, Alex Gorsky, dijo que la compañía está desarrollando la vacuna sobre una base “sin beneficio” para uso de emergencia en una pandemia.
J&J, el primer gran fabricante de fármacos estadounidense que reporta sus ganancias desde el brote, dijo que las ventas de instrumental médico cayeron 8.2%, a US$ 5.930 millones. Los productos usados en procedimientos ortopédicos de alto margen y en la corrección de la visión sufrieron el impacto de manera especial.
Las ventas farmacéuticas crecieron 8.7%, a US$ 11,130 millones, ayudados por la demanda de los medicamentos contra el cáncer Darzalex e Imbruvica.
Las ventas de productos de consumo sanitario saltaron 9.2%, a US$ 3,630 millones, gracias al alza de la demanda de marcas como Tylenol y Motrin, ya que las personas se ha visto afectadas por una enfermedad que provoca fiebre y tos.
Excluyendo ítems, J&J ganó US$ 2.30 por acción, superando en 30 centavos la estimación promedio de los analistas, según datos IBES de Refinitiv.