Inditex aseguró este viernes que ha “bloqueado la posibilidad” de trabajar con una fábrica textil que producía para Zara en Birmania en la que un sindicalista ha sido arrestado y seis han sido despedidos por pedir subidas salariales.
“Los hechos ocurridos en esta fábrica en los últimos días representan un grave incumplimiento de nuestro Código de Conducta para fabricantes y proveedores, específicamente en lo relacionado con la libertad de asociación, que Inditex considera no negociable”, señala un comunicado de Inditex enviado a EFE hoy.
La empresa española se refiere a la información publicada por el medio independiente birmano The Irrawaddy y confirmada a EFE por un portavoz de la organización por los derechos de los trabajadores birmana Action Labor Rights de que un líder sindical, Ma Thu Thu San, fue arrestado por la junta y seis compañeros despedidos el 14 de junio por pedir a la dirección de la fábrica subidas salariales.
El portavoz de Action Labor Rights, que prefirió preservar su anonimato, aseguró a EFE haber huido después de que “los trabajadores de la fábrica informaran de que les estaba ayudando”.
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Según The Irrawaddy, los trabajadores pedían un aumento del estipendio diario de 4,800 kyats a 5,600 kyats (de unos 2 euros a 2.5 euros, aproximadamente) a los gestores de una fábrica textil operada por la empresa Hosheng (Myanmar) Garment Co. en la localidad de Shwe Pyi Thar, a las afueras de Rangún.
“Hemos bloqueado la posibilidad de que nuestros proveedores trabajen con esta fábrica. Además, hemos instado a este fabricante y al proveedor vinculado con esta fábrica a tomar de manera inmediata todas las medidas para prevenir y remediar cualquier vulneración de los derechos de los trabajadores”, añade el comunicado de Inditex.
Desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 en Birmania, varias multinacionales han salido parcial o totalmente del país, entre ellas algunas del sector textil, como la empresa japonesa Fast Retailing, propietaria de la cadena de moda Uniqlo, que anunció en marzo que detendrá la producción de ropa de GU, otra de sus marcas, en Birmania.
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Otras empresas en tomar decisiones similares han sido la multinacional suiza Nestlé, que este año cerró su línea de producción en el país asiático, o la petrolera estadounidense Chevron, que en febrero vendió su participación en un proyecto de gas natural.
Inditex aseguró en la misma nota que “está trabajando en una salida gradual y responsable de Birmania, siguiendo el llamamiento de la federación internacional de sindicatos industrial. Como resultado, continuamos reduciendo el número de fabricantes activos en el país”.
La asonada ha sumido a Birmania en una profunda crisis política, social y económica, y ha abierto una espiral de violencia con nuevas milicias que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
Fuente: EFE
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