Tras el menor flujo turístico en el país, negocios como hoteles y restaurantes han sido de los rubros más afectados por una menor demanda de sus servicios. Así, ante la reanudación de las actividades turísticas y a fin de recuperar los niveles de ventas de antaño, la mayoría de estos establecimientos han tenido que rebajar sus precios, sacrificando inclusive el nivel de sus ganancias.