La urgente necesidad del Grupo Romero de consolidarse fuera del Perú

Además, los Romero tienen participación accionarial en el grupo Credicorp, el paraguas con el que gestionan sus negocios financieros, entre ellos el Banco de Crédito del Perú (BCP) —el banco más grande del país— y MiBanco. Sin ese holding, dicen los especialistas consultados para este informe, el acelerado crecimiento de la fortuna familiar sería inexplicable.

Pero para el Grupo Romero, que reúne los negocios más ‘tangibles’ de la familia, en el Perú ya no quedan muchos espacios en los que seguir expandiéndose. Las fuentes coinciden en que desde hace un tiempo su foco debería estar puesto en crecer fuera del país. Y si bien las empresas de los Romero ya tienen presencia internacional, ya han tenido traspiés en sus intentos por dominar mercados más grandes.

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Un Perú que ya no les alcanza

Ante la pregunta de Gestión de si planean entrar a más países, el Grupo Romero respondió que las empresas constantemente evalúan nuevas oportunidades de crecimiento, tanto en el país como en la región. “El foco es consolidar la presencia de las empresas en los países en que ya operan, con compañías multilatinas como Primax y Alicorp”. Para Carlos Rojas, CEO de Capia Safi, a las principales empresas de los Romero “ya les cuesta seguir creciendo en el mercado local y deberían expandirse a otros mercados”.

“De ser un grupo muy activo en controlar empresas en sectores grandes y hacerlas crecer, ya no tienen ese interés de seguir tomando otras industrias en el país porque ven que el mundo se globalizó. Podrían poner los huevos en otras canastas y reducir su riesgo país”, dice.

Rojas y Pablo Arana, profesor investigador de Centrum PUCP, indican que el grupo se siente cómodo invirtiendo en países donde puede tener una posición importante. Alicorp, por ejemplo, está en Colombia, Ecuador, Bolivia y Uruguay.

Ambos especialistas recuerdan que en Brasil y Argentina, mercados más grandes, no lograron ser el jugador que esperaban. Alicorp vendió sus operaciones en esos países en 2021. “En países muy grandes, Brasil por ejemplo, creo que todavía no van a dar el salto porque creo que les gusta poder tener industrias donde tengan cierta palanca de tamaño”, remarca Rojas.

Los expertos agregan que la nueva ley de control de fusiones empresariales hace que grandes grupos no puedan seguir comprando empresas en su propio sector. “Siendo una coyuntura muy complicada la de mediano plazo en el Perú, la estrategia y el camino va a ser tratar de diversificar y buscar mercados atractivos en América Latina”, anota Arana.

El Grupo Romero asegura que sus planes de crecimiento están orientados a la consolidación de sus operaciones actuales y a la búsqueda de nuevas oportunidades de inversión en infraestructura, “puesto que esta es crucial para el desarrollo de los diferentes sectores económicos claves del país”.

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CASO RANSA: H.I.G. Capital adquirió a través de una de sus afiliadas una participación mayoritaria del operador logístico Ransa en el 2021. En ese momento, el Grupo Romero se mantuvo como aliado estratégico en la nueva etapa de crecimiento de la compañía de la mano con H.I.G. Capital.

El inicio de un grupo

La historia de los Romero empieza en Piura, en 1888. Allí, el español Calixto Romero Hernández se dedicaba a la exportación de sombreros de paja. Luego se diversificó a otros sectores, como la exportación de cueros de res, la inversión en tierras para el cultivo de algodón y la banca, con la compra de acciones del Banco Italiano.

Dionisio Romero Iturrospe y Feliciano del Campo Romero fueron los protagonistas de la segunda generación. “Los Romero pasaron de medianos comerciantes a grandes terratenientes, pero desarrollando cierto grado de industrialización de insumos agrícolas (aceite) y realizando importantes inversiones en empresas de Lima”, dice Francisco Durand en el libro “Los doce apóstoles de la economía peruana, una mirada social a los grupos de poder limeños y provincianos”.

La tercera generación la lideró Dionisio Romero Seminario, en 1965. Entonces, la familia apostó por potenciar sus negocios en el comercio, la industria alimentaria y su participación del Grupo Romero en la primera concesión portuaria del país: Terminal Internacional del Sur S.A., en el puerto de Matarani, Arequipa.

Durante la dictadura velasquista, en 1971, adquirieron el conglomerado Anderson Clayton & Co, que desde 1997 se llama Alicorp. El año pasado, Alicorp subió su rentabilidad, en parte por la estrategia para enfrentar las variaciones de los precios de los insumos originados por el contexto inflacionario. A nivel global, las ventas de la compañía fueron de S/ 15,406 millones.

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Primax y más

Durante la tercera generación de los Romero, nacieron compañías como Palmas del Espino S.A., Trabajos Marítimos S.A. (Tramarsa); Terminal Internacional del Sur S.A. (Tisur), entre otras. “Es la tercera generación la que impulsa el crecimiento del Grupo Romero en los sectores en que hoy tiene presencia”, dicen ellos mismos.

La cuarta generación de la familia es la que hoy está al mando. Tiene a Dionisio Romero Paoletti como presidente del Grupo Romero y Luis Romero Belismelis como presidente de Credicorp. En esta etapa, Romero Trading se asoció con ENAP de Chile para comprar las estaciones de Shell Perú. Desde 2005, la empresa se llama Primax.

Este negocio busca ampliar su huella en la región. Los mercados ecuatoriano y colombiano, donde tiene presencia aparte de Perú, ya pesan un 40% en la empresa. Yuri Proaño, country manager de Primax Perú, comentó recientemente que tienen un plan de inversión S/ 600 millones para cinco años, que arrancó en el 2022. Al cierre, en Perú tendrían 1,250 estaciones; en Colombia, unas 1,000; y en Ecuador, 290.

Con la cuarta generación, los negocios de los Romero también recibieron un golpe reputacional fuerte: se hizo público que Dionisio Romero Paoletti aportó más de US$3.6 millones a la campaña de Keiko Fujimori en el 2011, con dinero de los accionistas de sus negocios financieros. Tiempo después de que se conociera la noticia, Romero Paoletti dejó el directorio de Credicorp.

Esta generación inició la consolidación de las compañías en el país y la internacionalización en diversos países de Latinoamérica como Colombia, Ecuador, Chile, principalmente a través de Alicorp y Primax. Además, en los tres últimos años, el grupo viene trabajando para fortalecer la operación de Credicorp y sus negocios en Chile, Colombia, Panamá y Bolivia. Entre estas operaciones, destaca la compra de una microfinanciera en Colombia en 2020. Además, viene impulsando el fortalecimiento de Alicorp en Ecuador con inversiones en acuicultura.

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BCP: El lado financiero de los Romero

Para Rojas y Arana, el ingreso de Los Romero como parte del Banco de Crédito del Perú (BCP) fue pieza clave de su éxito. “Fueron de los pocos que supieron salir airosos del mal momento de esos años (las reformas estatistas de Velasco) y —tras ello— se vuelven bastante grandes. Sin embargo, realmente logran ser aún más grandes cuando toman control del Banco de Crédito”, dice Rojas.

En 1979, los Romero entraron al BCP en alianza con otras familias: los Brescia, los Raffo y los Nicolini. En 1987, Alan García intentó estatizar la banca y las acciones del banco fueron traspasadas a miles de accionistas minoritarios. Tiempo después, recompraron las acciones.

Hoy los planes del banco son diversos, y parte de su enfoque está en la digitalización: ya tienen el 65% de sus clientes clasificados como digitales y el 70% de sus clientes usuarios de banca móvil usa la aplicación al menos una vez.