General Motors (GM) invertirá de forma inmediata US$ 850 millones en su subsidiaria de vehículos autónomos Cruise para relanzar esa unidad que a finales de 2023 se vio obligada a suspender sus operaciones tras el accidente de uno de sus robotaxis.
El anuncio fue realizado este martes por el director financiero de GM, Paul Jacobson, durante una conferencia sobre el sector del automóvil organizada por Deutsche Bank.
Jacobson afirmó que en estos momentos “el nivel de coordinación entre GM y Cruise está en su momento más álgido” y dijo creer que “es bueno de cara al futuro”.
Igualmente reconoció que las necesidades de capital, “a corto y medio plazo”, para que Cruise produzca un robotaxi eran “abrumadoras”, lo que provocó que GM realizara “un planteamiento estratégico diferente”.
GM se vio forzada a suspender las operaciones de la flota de Cruise después de que en octubre de 2023 un robotaxi que circulaba en San Francisco arrollara a un transeúnte que había sido atropellado por otro vehículo, conducido por un humano.
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El sistema de conducción autónoma del robotaxi detectó al transeúnte en su carril tras ser atropellado pero catalogó de forma errónea el incidente como un impacto lateral e intentó retirarse del carril, golpeando a la persona accidentada en vez de evitar cualquier movimiento.
Como consecuencia del incidente, las autoridades de California suspendieron la licencia de operación de Cruise en el estado y la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en la Carretera de Estados Unidos (NHTSA, en inglés) lanzó una investigación.
Jacobson también reveló que GM ha reducido sus previsiones de producción de vehículos eléctricos (VE) para este año a una horquilla de entre 200,000 y 250,000 unidades. Anteriormente la empresa había estimado que produciría entre 200,000 y 300,000.
El director financiero, que dijo que GM vendió el mes pasado un total de 9,500 VE en Estados Unidos y Canadá, justificó la decisión a la necesidad de ajustar la producción a la demanda que existe en estos momentos y no por problemas de suministro, por ejemplo con baterías.
Jacobson afirmó que el fabricante de automóviles no quiere “terminar con una gran cantidad de inventario” porque la demanda no se materializa y tener que fomentar la venta “con grandes descuentos”.
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