:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/CHVC4KOPAVGVPNNGGRYO3ARPKA.jpg)
La minero-metalúrgica Rusal, una de las mayores productores de aluminio en el mundo y sancionada por la Unión Europea (UE), entregó a la metalúrgica Nornickel una propuesta de fusión que puede resultar en una empresa con un valor de mercado combinado de US$ 60,000 millones.
El consejero delegado de Nornickel, Vladímir Potanin, sancionado por el Reino Unido, confirmó haber recibido la propuesta, según la agencia oficial TASS.
“La última propuesta que recibimos de la nueva gerencia de Rusal es discutir una fusión entre Nornickel y Rusal como alternativa a la prolongación del acuerdo” en vigor entre ambas empresas, señaló el copropietario de la compañía.
Rusal es el segundo mayor accionista de Nornickel, uno de los líderes mundiales en la producción de paladio y níquel de alto grado.
“Hemos reconsiderado (la idea de la fusión). Y yo he presentado una carta, en la que confirmé nuestro consentimiento para iniciar una conversación con Rusal”, explicó.
La fusión propuesta permitiría diversificar la base de accionistas y mejorar la estabilidad en medio de las sanciones occidentales, sostuvo, quien recalcó que la agenda verde y la sostenibilidad es un factor adicional en favor de la fusión.
El acuerdo de accionistas vigente hasta el 1 de enero del 2023 (firmado por Interros, Rusal y Crispian 2012) se refería al pago de dividendos entre el 30% y 60% del ebitda, pero nunca inferior a US$ 1,000 millones.
Las conversaciones con Rusal sobre la prolongación del acuerdo de accionistas están estancadas por la fórmula de dividendos, ya que las partes tienen diferentes enfoques sobre cuán agresiva debe ser la política de dividendos, dijo Potanin anteriormente, según TASS.
El empresario afirmó en una entrevista con el diario RBK que la política de dividendos será revisado una vez expire el acuerdo.
Indicó que no habrá dividendos en el monto en el que los inversores estaban acostumbrados recientemente ni en el 2022 ni en el 2023.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo este miércoles que se trata de un asunto empresarial en el que la Presidencia no se mete. “Desconocemos los detalles y desconocemos la postura de las partes” implicadas en la discusión, señaló.
