El fabricante de automóviles estadounidense Ford anunció la creación de una nueva entidad dedicada a sus coches eléctricos, Ford Model e, en tanto los de motor a combustión quedarán englobados en la marca Ford Blue.
“Ford Model e será el centro de crecimiento y de innovación del grupo”, y Ford Blue estará llamado a construir un “negocio [de la rama de los motores a combustión] térmicos más provechoso y dinámico”, indicó en un comunicado el presidente Jim Farley. Él también estará al frente de Model e.
Una tercera entidad, Ford Pro, agrupará los servicios de productividad propuestos a las empresas.
A principios de febrero, Farley explicó hasta qué punto las actividades eléctricas y térmicas se gestionaban de forma distinta, sobre todo en lo relativo a sus tiempos. Desde hacía semanas, corrían rumores en la Bolsa de que sus actividades acabarían separándose.
“Hemos hecho unos progresos inmensos en poco tiempo”, explicó Farley citando los lanzamientos de la camioneta F-150 y del Mustang Mach-E. “Pero nuestra ambición es volver a ser una gran empresa que cambie el mundo, y eso requiere concentración”.
“Nos lanzamos a fondo, creando empresas separadas pero complementarias que nos den la rapidez de una empresa emergente y el sentido de la innovación desenfrenada con Model e, mientras que Ford Blue contará con la pericia industrial, volúmenes de venta y modelos icónicos como Bronco, algo con lo que las empresas emergentes solo pueden soñar”.
El grupo también anunció que incrementaba algunos de sus objetivos a largo plazo: pretende producir dos millones de vehículos eléctricos al año para el 2026, es decir, un tercio de su producción mundial. Para el 2030, quiere que la mitad de su producción sean autos eléctricos. Además, duplicará sus inversiones en el sector eléctrico a partir del 2022, hasta los US$ 5,000 millones.
Ford prevé registrar un margen operativo del 10% para el 2026, incrementando sus ventas, “mejorando” el coste de los vehículos eléctricos y bajando “significativamente” los costes del sector térmico, hasta los US$ 3,000 millones.
El grupo Renault también anunció en febrero que estaba estudiando separar sus operaciones, con una organización centrada en los autos eléctricos en Francia y otra dedicada a los vehículos térmicos en el extranjero.