El fabricante de Peugeot, PSA, y Fiat Chrysler (FCA) anunciaron que reestructuraron los términos de su planificada fusión para ahorrar efectivo y que intensificaron los niveles prometidos sobre reducción de costos a raíz de la pandemia.
Las empresas, que se fusionarán bajo el nombre de Stellantis para formar el cuarto fabricante de automóviles más grande del mundo, dijeron en un comunicado conjunto que FCA recortaría a 2,900 millones de euros (US$ 3,400 millones) la parte en efectivo de un dividendo especial de 5,500 millones de euros que recibirán sus accionistas según los términos del acuerdo firmado el año pasado.
Por su parte, la francesa PSA, cuya cartera de marcas también incluye Citroen y Opel, pospondrá tras el cierre de la fusión la escisión prevista de su participación del 46% en el fabricante de piezas Faurecia.
La capitalización bursátil de Faurecia asciende a unos 5,900 millones de euros.
“Los cambios preservan el equilibrio del acuerdo original de fusión”, destacaron ambos grupos.
Una fuente dijo el lunes que el objetivo de estas revisiones es reforzar el balance de ambas compañías tras la crisis del COVID-19 y asegurar de paso que el plan de fusión se concluya lo antes posible.
Analistas habían argumentado que un pago en efectivo tan grande a los accionistas de FCA -liderados EXOR, el holding de la familia italiana Agnelli- podría debilitar las finanzas del nuevo fabricante de automóviles.