El gigante español de la moda Inditex, propietario de Zara, prometió el miércoles un dividendo récord a sus accionistas tras registrar el año pasado los resultados más altos de su historia, a pesar de un entorno global complicado.
El número uno mundial de la venta de moda a bajo precio obtuvo unos beneficios netos de 5,380 millones de euros (US$ 5,879 millones). Esta cifra es un 30% superior a los 4,130 millones de euros de 2022, que constituían el récord anterior.
Estas ganancias, obtenidas tras un sólido cuarto trimestre (1,280 millones de beneficios netos), están en línea con las expectativas de los analistas consultados por Factset, que esperaban, de media, unos beneficios de 5,360 millones.
“El desempeño de Inditex en 2023 ha sido excelente”, declaró el miércoles Óscar García Maceiras, CEO de la cadena española, en una conferencia de prensa, congratulándose por haber “sabido aprovechar las oportunidades para seguir creciendo de forma rentable”.
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El grupo presidido por Marta Ortega, hija del multimillonario y fundador del gigante español Amancio Ortega, atribuye estos resultados al dinamismo de sus ventas, que alcanzaron la cifra récord de 35,950 millones de euros, un 10% más que en 2022.
Inditex -propietario de siete marcas, entre ellas Zara, Pull&Bear, Bershka y Massimo Dutti- se benefició en particular del entusiasmo de los consumidores por las compras en línea, que aumentaron un 16%, hasta 9,060 millones de euros.
A la luz de estos resultados, el minorista español anunció que este año pagará a sus accionistas un dividendo de 1,54 euros por acción. Esta cifra, un 28% superior a la del año pasado, es la más alta de la historia del grupo.
Competencia exacerbada, entorno complicado
Los resultados de Inditex contrastan con las dificultades de muchas cadenas de moda que en los últimos meses han tenido que cerrar sus puertas o despedir personal.
El sector textil se enfrenta a una competencia cada vez mayor, con el auge de marcas de coste superbajo, como la china Shein y la irlandesa Primark, que desestabilizan a las cadenas tradicionales de ropa barata.
También se ha visto debilitado por las tensiones geopolíticas, sobre todo en el mar Rojo, donde los ataques de los rebeldes hutíes a los buques mercantes están perturbando el transporte marítimo mundial, y por una inflación persistentemente alta, que está lastrando el poder adquisitivo.
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Por el momento, este entorno desfavorable apenas afectó a Inditex, que compensó el aumento de costes con una subida de precios, y que ha registrado una serie de resultados récord y buenos rendimientos bursátiles.
Las acciones de Inditex, que registraron una subida del 6% en la Bolsa de Madrid el miércoles a las 12H00 GMT, acumulan ya una revalorización del 50% en un año para situarse en 43.60 euros, haciendo olvidar el periodo de convulsión que siguió a la llegada a la dirección de la empresa, a principios de 2022, de Marta Ortega.
Este aumento elevó la capitalización del grupo español, líder mundial del “prêt-à-porter” por delante de la japonesa Fast Retailing (Uniglo), la sueca H&M y la china Shein, a más de 127,000 millones de euros.
“El dominio de Inditex en el mercado de la moda es más evidente que nunca”, subrayó Bank of America en otoño, estimando en una nota que el grupo gallego había entrado en “un círculo virtuoso” que le permitía “ganar una cuota de mercado significativa”.
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