Cada vez más firmas tecnológicas y centros de datos ávidos de energía se instalan en la provincia canadiense de Quebec, que cuenta con electricidad barata y renovable principalmente de represas hidroeléctricas.
La demanda de servicios en la nube disparó la cantidad de centros de datos en todo el mundo; solo en Quebec operan actualmente 50 cuando hace dos años solo existían 39.
Muchos de esos centros son propiedad de multinacionales como Amazon Web Services, Microsoft, Google e IBM.
La capacidad de Quebec sigue siendo pequeña en comparación con rivales como el Data Center Alley de Ashburn, Virginia, que alberga el 70% de todo el tráfico mundial de Internet; mientras la región de Ile-de-France que rodea París cuenta con 120 centros de datos.
Sin embargo, la provincia canadiense espera atraer a más empresas.
En los últimos años “hemos visto la llegada de nuevos actores, y actores muy importantes”, resaltó Stephane Paquet, director ejecutivo de Montreal International, la organización encargada de la promoción económica de la tercera mayor ciudad de Canadá.
Google está aumentando su presencia en Quebec con la compra de unas 60 hectáreas en las que construirá su primer centro de datos local por 735 millones de dólares canadienses (US$ 600 millones). Microsoft, con miras a expandirse, compró terrenos en Ciudad de Quebec.
Mientras tanto, el pionero francés de la computación en la nube OVHcloud estableció uno de sus 32 centros de datos en Quebec en el 2012.
Dentro de una antigua fábrica de aluminio en un suburbio de Montreal, decenas de miles de servidores se apilan fila tras fila, conectados por una maraña de cables. Un zumbido ensordecedor junto con luces rojas y verdes que parpadean sin parar crean un diluvio sensorial.
“El objetivo era establecernos en el continente americano y Quebec era una puerta de entrada natural, al tiempo que ofrecía una fuente inagotable de energía renovable. Quizás esta no sea la única razón, pero jugó un papel importante en nuestra decisión”, reconoció Estelle Azemard, vicepresidenta de OVHcloud para las Américas.
Sus instalaciones, de 10,000 metros cuadrados, se ubican en Beauharnois, a unas pocas docenas de kilómetros del centro de Montreal, cerca de una presa hidroeléctrica.
La empresa desarrolló una tecnología para enfriar sus servidores con agua, lo que le permite prescindir de un aire acondicionado más costoso.
“El medioambiente está realmente en el corazón de nuestro modelo de negocio”, aseguró Azemard.
Electricidad barata
Como argumento financiero importante para la reubicación, Quebec cuenta con electricidad de bajo costo de alrededor de 0.05 dólares canadienses (US$ 0.04) por kilovatio-hora, significativamente más barata que en Europa o Estados Unidos.
“Nuestras tarifas se encuentran entre las más ventajosas del mundo”, estima Cendrix Bouchard, portavoz de la empresa pública Hydro-Quebec, que administra la generación, transmisión y distribución de electricidad en la provincia.
“Las empresas vinieron aquí porque es barato, pero sobre todo porque la energía es (99%) renovable”, explicó Paquet.
Los inviernos largos y fríos en esta provincia de habla francesa también reducen la cantidad de energía necesaria en los centros de datos para enfriar las computadoras, dijo.
Los centros de datos que consumen mucha energía necesitan enfriarse constantemente para evitar el sobrecalentamiento de los servidores.
Este sector, que se enfrenta a una explosión de tráfico de datos, emite casi el 4% de los gases de efecto invernadero del mundo, más que el transporte aéreo civil, según un informe del 2019 del grupo de expertos francés The Shift Project.
En Quebec, el consumo eléctrico mensual de los centros de datos es de aproximadamente 663 gigavatios-hora (GWh), o el equivalente al consumo de 40,000 hogares.
“Es mejor colocar los centros de datos en lugares que cuenten con electricidad hidroeléctrica, solar o incluso nuclear, que con electricidad producida por centrales eléctricas de carbón”, considera Hugues Ferreboeuf, de The Shift Project.
“Pero no es suficiente”, advirtió. “Al mismo tiempo, deben lograr controlar el crecimiento de su consumo, de lo contrario captarán demasiada electricidad producida por energías renovables”.