Eletrobras, la eléctrica que será privatizada, recibió propuestas de 14 bancos para coordinar lo que podría ser una de las mayores ventas de acciones de una empresa brasileña.
La empresa contrató al banco de inversiones boutique local Laplace Finanças para que la ayude a reclutar a cuatro coordinadores globales y a un banco líder para la distribución minorista de una venta pública de acciones con derecho a voto que podría alcanzar los 103,000 millones de reales (US$ 18,000 millones), en la que el Gobierno pretende reducir su participación al 45%, según personas familiarizadas con el asunto.
Los bancos pueden ser seleccionados ya en noviembre, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas por tratarse de un asunto privado.
La Cámara Baja de Brasil aprobó en junio un plan para privatizar la eléctrica, lo que permitirá al Ministerio de Economía obtener fondos para compensar un aumento de los precios de la electricidad relacionado con la sequía en momentos en que la economía intenta reabrirse. Los ingresos de la privatización se utilizarán para reducir las facturas de electricidad de los consumidores hasta en un 7.4%, según el Ministerio de Economía, y otra parte se destinará a programas de desarrollo público.
Laplace declinó hacer comentarios y Eletrobras no respondió a un correo electrónico en busca de comentarios.
El Gobierno planea vender primero nuevas acciones con derecho a voto en un aumento de capital de unos 23,000 millones de reales a principios del próximo año, según el banco de desarrollo BNDES, que está organizando la venta.
Se podrían necesitar ofertas adicionales de las acciones en poder del Gobierno para reducir su participación a un 45%, y los volúmenes de ventas podrían llegar a más de 80,000 millones de reales, ha señalado BNDES. El Gobierno planea quedarse con la llamada acción de oro, que le da poder de veto en algunas decisiones.
La transacción necesita la aprobación del Tribunal Federal de Cuentas, según BNDES. El Gobierno, incluido BNDES, posee el 61% del capital total de la empresa.
El acuerdo fue aprobado esta semana por un comité gubernamental y sigue adelante incluso después de una crisis política que estalló y afectó a los mercados, dijeron las personas. Dos de los secretarios del Ministerio de Economía de Brasil presentaron su renuncia esta semana después de que el Gobierno anunciara un plan para aumentar el ingreso básico de los pobres superando un límite de gastos.