Ayahuasca Restobar, que vio la luz hacia el 2008, apunta a adecuarse a los nuevos tiempos y apostará por los almuerzos y el delivery. Con un menú corto –por ahora- de platos criollos y el delivery de comida y licores, empezarán a dar sus primeros pasos tras el cierre de cinco meses de funcionamiento por la pandemia.
El local abrió el 15 de agosto. El área utilizable tiene cerca de 1,500 m2, considerando el sótano y las terrazas, y un aforo de 500 personas; sin embargo, con la restricción de aforo al 40%, el escenario no es del todo positivo.
En 2019, el restobar facturó cerca de S/6 millones. Con el cierre de los últimos meses, la situación actual hizo que dejen de generar casi S/2.5 millones.
“Estábamos preparados para lanzar el restaurante en marzo y teníamos muchas cosas avanzadas. Una propuesta prácticamente por ejecutar, pero la pandemia nos atrasó todo”, indicó Francisco Belaúnde, gerente general y accionista del restobar.
El hecho de ubicarse cerca de otros restaurantes hizo que, en parte, se animen por la idea. Al no contar con un know how previo, tendrán una oferta de cinco platos de fondo, la cual buscarán ampliar “paso a paso”. Para Belaúnde, el ticket promedio del almuerzo rondará entre los S/70 y S/80.
Operación precovid
Antes del covid, durante los días de semana, el 90% de unas 200 personas, eran turistas. Esto debido a que los peruanos suelen salir más los viernes y sábados. El local buscó abrir los domingos, pero no les funcionó.
Con ello, en los fines de semana, el 30% de los clientes eran extranjeros. Entre lunes y jueves, tenían un promedio de 200 personas por día y, los viernes y sábados, llegaban a tener 700 personas durante una jornada.
En cuanto a los ingresos, el 20% venía por comida, y el resto, por los licores y, en las temporadas altas -hacia mediados y fines de año- la afluencia crecía hasta un 20% más, aunque en verano, esta bajaba en similar medida.
En un fin de semana, asegura el gerente, se vendían 4 mil piscos sours. Al año, en el bar, se consumen 20 mil litros y trabajan con 4 gallos como proveedor.
En etapa pre covid, el ticket promedio de consumo de licor rondaba entre los S/60 y S/70. Y si bien se podría pensar que habría menor consumo, para Belaúnde “no debería bajar el ticket promedio”.
Por ahora, el bar cierra a las 8 de la noche y está abriendo solo viernes y sábado mientras evalúan cómo se comporta el mercado.
Licores y delivery
“Hemos reducido la carta de comida, pero en el licor, no. Nos hemos centrado en el horario, aunque hoy es complicado. Antes algunos restaurantes facturaban hasta S/50 mil en una sola jornada y, actualmente, hasta cero en algunos días”, indicó Belaúnde.
Con ese panorama, apuntan también al delivery, no solo de comida, sino también de tragos. “Ya lo tenemos implementado. En el delivery no despacharemos los platos, sino los piqueos, una carta básica”, sostuvo.
Por otro lado, esperan, si es que el mercado responde favorablemente, concretar la idea de vender insumos y cajas de licores con merchandising. “Tenemos que ir viendo de a pocos porque somos nuevos y, por ahora, debemos hacer lo básico”, afirmó.
Dato
Francisco Belaúnde, gerente general de Ayahuasca, aseguró que existe un interés para llevar la marca a Santiago de Chile. Reveló que recibió la propuesta de replicar el restobar en México, aunque la iniciativa no prosperó.