Avianca
Avianca

era una aerolínea atribulada con 37 aviones obsoletos cuando la compró tras caer en la quiebra en el 2004. Durante 15 años, el empresario boliviano la convirtió en una potencia regional y la segunda aerolínea más grande de América Latina, pero pese a su éxito anterior, la compañía con sede en Bogotá está de vuelta en arenas movedizas.

El valor de sus acciones se ha desplomado casi un 75% desde su salida a bolsa en el 2011 y sus bonos se cotizan en territorio de estrés financiero ante la posibilidad de que tenga problemas para refinanciar su deuda. La pérdida de Avianca en el primer trimestre fue la mayor desde el 2015.

El hombre responsable de los problemas es el mismo que hace poco era considerado un héroe: Efromovich.

El millonario puso en peligro el futuro de la aerolínea el año pasado al ofrecer su participación del 51.5% en Avianca como garantía de un préstamo de . Su holding, BRW Aviation, incumplió rápidamente los términos del contrato y, como resultado, el control de Avianca podría pasar a manos de United Airlines.

Si bien eso probablemente sería positivo para los accionistas minoritarios y los tenedores de bonos de Avianca, la incertidumbre actual ha creado innumerables problemas para la aerolínea, justo cuando se acerca el vencimiento de un bono de US$ 550 millones el próximo año.

"Estamos muy preocupados por la inestabilidad de la compañía en este momento", comentó Jaime Hernández, presidente del sindicato de pilotos colombianos ACDAC, que en el 2017 estuvo en huelga durante casi dos meses por una disputa sobre salarios y beneficios. "Fuimos una gran empresa y la administración reciente ha sido muy mala para nuestras operaciones, nuestra reputación".

Efromovich, quien también es presidente de la junta directiva de Avianca Holdings, afirmó el martes en una entrevista radial en Bogotá que no hay posibilidad de que United asuma el control en el corto plazo. La situación de Avianca está "controlada", declaró a Blu Radio.

En una respuesta por escrito a preguntas formuladas por Bloomberg, el empresario negó que los problemas en sus otras empresas estén creando riesgos para Avianca, que no es parte del préstamo. “Todo está alineado con United según el acuerdo del préstamo. No hay nada que rectificar", escribió.

United señaló que no ha tomado ninguna acción contra BRW y está colaborando con ellos.

No obstante, es una opción que podría ejercer en cualquier momento. De acuerdo con analistas de Corredores Davivienda, con sede en Bogotá, dicha decisión activaría disposiciones sobre cambio de control en varios préstamos que obligarían a la aerolínea a contar con cerca de US$ 1,500 millones para pagar a los acreedores. Esa cifra cuadruplica la cantidad de efectivo que tenía en su balance al concluir el primer trimestre.

Incluso si United no toma el control, el simple hecho de que pueda hacerlo complica los esfuerzos de Avianca para operar y recaudar financiamiento. Los inversionistas dudan en prestar dinero a una empresa que en cualquier momento podría estar en problemas por un montón de dinero que no tiene.

El vicepresidente financiero, Roberto Held, aclaró que Avianca trabaja con urgencia a fin de enmendar contratos de préstamos para que den cuenta de la situación y aún planea vender bonos este trimestre con la intención de pagar notas que vencerán el próximo año. Mientras tanto, se apega a un plan de negocios centrado en reducir deuda y aumentar la rentabilidad mediante la venta de activos, la cancelación de pedidos de aviones y la eliminación de algunas rutas.

El tumulto no pudo haber llegado en peor momento para Avianca. Se ha visto afectada por el aumento de los precios de los combustibles este año, junto con el debilitamiento de las monedas latinoamericanas y la menor demanda de viajes aéreos a raíz de desaceleraciones en las economías más grandes de la región. Asimismo, el presidente Hernán Rincón presentó su renuncia en abril y las aerolíneas de bajo costo están añaden más competencia.

Avianca se suma a otras dificultades para Efromovich, quien ha visto caer partes del extenso conglomerado latinoamericano que construyó con su hermano, José. Sus astilleros cerraron, su aerolínea brasileña se vio obligada a buscar protección judicial contra los acreedores y ahora corre el riesgo de perder Avianca.

Es un cambio radical si se compara con el 2004, cuando Efromovich fue alabado en toda Colombia por rescatar a la segunda aerolínea más antigua del mundo. Su primer vuelo fue en 1920 y en aquella ocasión transportó pasajeros entre los municipios de Barranquilla y Puerto Berrío. Otrora propiedad de la familia más rica del país, experimentó una hemorragia de dinero tras los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos y la recesión mundial posterior.

Efromovich la compró cuando estaba en el Capítulo 11 de la ley de quiebras de EE.UU. por US$ 64 millones y una asunción de deuda. El empresario, ingeniero mecánico de formación que entró en el negocio de la aviación en Brasil, duplicó los aviones que operaba Avianca y pronto comenzó a obtener ganancias.

El año pasado, las 190 aeronaves de Avianca transportaron 30 millones de pasajeros, cifra que solo superó Latam Airlines en la región.

El expresidente Álvaro Uribe, quien otorgó la ciudadanía colombiana a Efromovich en el 2005, fue uno de sus más grandes admiradores. "Los colombianos lo admiramos, lo apreciamos, lo valoramos, lo ponemos como un ejemplo" del tipo de inversionista que necesita el país, declaró en 2010 cuando Efromovich recibió el premio al "Empresario del Año" del periódico La República.

La suerte de Efromovich comenzó a cambiar en el 2014, al principio de la peor recesión registrada en Brasil. Recibió un préstamo de Elliott Management para apuntalar su negocio de astilleros en ese país, que en definitiva cerró.

Mientras tanto, Efromovich avanzó con planes de expansión de Avianca y formó una alianza con United y la panameña Copa Holdings en la que las tres aerolíneas coordinarían rutas y horarios. En relación con el acuerdo, BRW Aviation de Efromovich pidió US$ 456 millones a United para pagar los préstamos a los que recurrieron sus empresas brasileñas, utilizando su participación en Avianca como garantía.

En abril, Avianca notificó en un documento enviado al regulador que BRW Aviation estaba incumpliendo un término de cobertura de garantía del préstamo de United. Esto se debió en parte a que el precio de las acciones de Avianca se derrumbó, lo que provocó que su capitalización de mercado se redujera a US$ 510 millones a fines del 2018.

La posibilidad de un cambio de mando ha obligado a los ejecutivos de Avianca intentar modificar acuerdos para añadir a United como posible accionista controlador.

Además de los bonos con vencimiento el próximo año, Avianca debe aproximadamente US$ 800 millones a agencias crediticias europeas, instituciones financieras cuasi gubernamentales que obtienen financiamiento para exportadores, según ejecutivos.

Avianca necesita actualizar los contratos de préstamo e incluir a United como un posible accionista controlador "para evitar un incumplimiento de los compromisos financieros de la compañía", indicó S&P Global Ratings en una nota del 13 de mayo. Redujo la calificación de la deuda a CCC+, citando "mayor riesgo de refinanciamiento" debido al incumplimiento de BRW.

Desde luego, el préstamo no es el único dolor de cabeza de Avianca y algunos observadores aseguran que se responsabiliza demasiado a Efromovich por los problemas de la compañía.

"Los problemas actuales son en buena parte de Avianca, un negocio que ha tenido números malos en los últimos trimestres", planteó Carlos Enrique Rodríguez, analista de la corredora bogotana Ultraserfinco que recomienda vender las acciones. “Decir que los problemas de Avianca son por culpa de Efromovich no es del todo justo. Es cierto que se ha cuestionado el gobierno corporativo de Avianca y eso ha afectado el precio de la acción".

A largo plazo, la toma de control de United podría ser positiva para Avianca, manifestó el analista de Gimme Credit Cedric Rimaud, quien recomienda comprar los bonos.

"Todavía falta un año para el vencimiento de los bonos y pueden pasar muchas cosas hasta entonces", escribió en un informe. "Si United asume el control de la compañía, será una noticia muy positiva para los tenedores de bonos, ya que el perfil crediticio mejoraría notablemente".

Sin embargo, por ahora los inversionistas parecen dudar sobre las perspectivas de Avianca.

La rebaja de la calificación aceleró una venta masiva de bonos que comenzó a fines de abril. Las notas con vencimiento en mayo próximo ahora se cotizan en cerca de 88 centavos por dólar, lo que eleva el rendimiento a 23%, según los datos de Trace. Se encuentra entre las empresas de peor desempeño este año en el índice de bonos Bloomberg Barclays Emerging Markets Corporates.