Ante el impacto de la pandemia, Cabify apostó por reforzar —y hasta reinventar— el servicio de envíos corporativos. Sin embargo, también ha detectado otras oportunidades de negocio en esta coyuntura.
Una de ellas son los trayectos en las periferias de la ciudad. “La reactivación ahí es mayor. Hay almacenes y plantas y la gente tiene la necesidad imperiosa de ir; no puede teletrabajar. Por ende, las empresas tienen necesidades específicas de movilizar a su personal de manera segura”, afirma Jorge Delgado, gerente comercial de Cabify Empresas.
Los distritos con mayor demanda corporativa donde Cabify apostará por expandirse son Lurín, San Juan de Lurigancho, Ventanilla, Comas, Villa El Salvador, San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, Puente Piedra, Carabayllo, Chaclacayo, Pachacamac, Cieneguilla, San Bartolo, Punta Hermosa, Pucusana, Punta Nega y Santa María del Mar.
Al cierre de octubre, los trayectos e ingresos representados por las zonas periféricas de Lima ya estaban 10% por encima de los valores del mes de febrero, es decir, antes del inicio de la crisis sanitaria. La recuperación en la zona central de la capital aún es más lenta. De hecho, durante los primeros días de la pandemia la demanda se redujo a menos de 5%. Debido al home office, hoy está en un promedio de 35% a 40%.
“Una de las cosas en las que también estamos trabajando es en llevar mayor oferta de conductores para mejorar nuestros niveles de atención y tiempos de respuesta”, asegura el ejecutivo.
La flota Lite de Cabify es la que atiende al corporativo. Ahora la compañía de taxi está sumando también su flota Economy para que pueda atender al segmento de empresas en la periferia. La tarifa de Economy es aproximadamente un 10% menor a la tarifa corporativa.
Por otro lado, Delgado asegura que la demanda de envíos en motos se duplica mes a mes debido a que hay muchos pedidos por trasladar paquetes pequeños, cuya movilidad en un taxi no es eficiente en costo y tiempo.