Jinteng Mining, una subsidiaria de la empresa china Zijin Mining Group, solicitó una revisión judicial contra la decisión del gobierno de Canadá de bloquear la venta de la mina de oro La Arena, ubicada en el departamento de La Libertad. La mina pertenecía a la empresa canadiense Pan American Silver, que en mayo acordó venderla a Jinteng Mining por US$ 245 millones con una opción de pago adicional de US$ 50 millones.
Sin embargo, el acuerdo se detuvo cuando el ministro de Innovación, Ciencia e Industria de Canadá, Francois-Philippe Champagne, ordenó una revisión de seguridad nacional, al considerar que “la venta podría ser perjudicial para la seguridad nacional canadiense”, según informó The Canadian Press.
En respuesta, Jinteng Mining presentó una impugnación ante el Tribunal Federal de Canadá a fines de julio, en donde argumentó que el ministro Champagne carece de jurisdicción para ordenar una revisión de seguridad nacional en este caso. La acción legal está siendo manejada por el bufete de abogados Gowling WLG LLP y podría establecer un precedente para las empresas canadienses que tratan con inversiones chinas bajo un escrutinio regulatorio cada vez más estricto.
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El gobierno canadiense mantiene una lista de minerales críticos que considera esenciales para la seguridad económica y nacional del país. Las revisiones de inversiones que involucran a empresas extranjeras, como Zijin, son una medida de protección para mantener el control canadiense sobre materiales clave para la “economía verde y digital” de Canadá. Recordemos que Zijin es parcialmente propiedad del gobierno chino y está supervisada por miembros del Partido Comunista Chino.
Argumentos de la minera china
En su solicitud de revisión judicial, Jinteng Mining argumentó que los activos en Perú involucrados en el acuerdo no tienen presencia ni operaciones en Canadá, lo que, según ellos, debería librarlas de una revisión de seguridad nacional.
“Los objetivos son entidades peruanas. No tienen un lugar de operaciones en Canadá ni realizan operaciones en Canadá, no tienen personas en Canadá que sean empleadas o autónomas en relación con sus operaciones y no tienen activos en Canadá utilizados para llevar a cabo sus operaciones”, refiere la solicitud de la compañía china.
De acuerdo con The Canadian Press, los expertos en seguridad nacional han advertido sobre las consecuencias geopolíticas de permitir que actores extranjeros adquieran empresas canadienses en el sector, y las acciones de Jinteng para eludir el proceso de revisión de seguridad nacional representan una prueba del alcance de Ottawa sobre las empresas constituidas en Canadá, pero que no tienen operaciones nacionales y existen solo para mantener activos extranjeros.