De Beers está tomando medidas más drásticas para detener la crisis en la industria del diamante, reduciendo los precios en todos sus ámbitos por primera vez en años.
La compañía, la mayor productora mundial de diamantes, redujo los precios en aproximadamente 5% en su venta de noviembre, según personas familiarizadas con el asunto, que pidieron no ser identificadas ya que la información es privada.
La medida tiene como objetivo ayudar a mejorar las ganancias para los intermediarios de la industria del diamante, un grupo de comerciantes y pulidores que compran gemas en bruto a De Beers. Muchos de estos clientes, que incluyen comerciantes familiares en Bélgica, Israel e India, así como filiales de Tiffany & Co. y Graff Diamonds, están operando con márgenes de ganancia muy reducidos debido a los bajos precios y una sobreoferta de gemas pulidas.
“De Beers establece precios y hasta el momento no ha hecho ningún recorte, a pesar de que el precio de mercado abierto de los diamantes en bruto ha disminuido aproximadamente 9% en lo que va del año”, asegura Edward Sterck, analista de BMO Capital Markets. “El participante más importante del mercado finalmente toma medidas después de esperar tanto tiempo, como una indicación bastante típica de que las cosas pueden estar a punto de mejorar”.
Es improbable que el recorte de precios llegue al mercado minorista y los consumidores no deberían esperar ver que los diamantes se vuelvan más baratos en el corto plazo.
Parte del problema en la industria del diamante es que los precios se han estancado, ya que otras ofertas de lujo, como zapatos, bolsos y vacaciones en centros turísticos, abarrotan el campo. También es más difícil para las compañías de comercio de diamantes encontrar financiamiento porque los bancos están abandonando el sector, después de ser golpeados por fraudes y préstamos incobrables.
Aún así, De Beers ha insistido en que la debilidad actual no significa que la demanda se haya suavizado. La semana pasada, la compañía publicó datos que mostraron que la demanda de joyas de diamantes aumentó 2.4% el año pasado. En el mercado estadounidense, donde se vende casi la mitad de todos los diamantes, el aumento fue de 4.5%.
De Beers vende sus gemas a través de 10 ventas cada año en Gaborone, la capital de Botsuana, y los compradores, conocidos como “sightholders”, tienen que aceptar el precio y las cantidades que se les ofrecen. Es un sistema que se originó en la década de 1890 y está diseñado para beneficiar tanto a la minera como al cliente, que recibe los diamantes a un precio reducido. Pero el descuento se ha reducido. Algunos sightholders ahora tienen dificultades para ganar dinero con un negocio que alguna vez fue muy lucrativo.
De Beers ha ofrecido a sus compradores más flexibilidad sobre sus compras, pero no ha sido suficiente. La compañía ganó menos de US$ 300 millones en cada una de las últimas tres ventas, que es lo mínimo en datos desde el 2016.
Los datos de ventas de noviembre, que serán presentados la próxima semana, podrían indicar si los recortes de precios están ayudando a impulsar la demanda.
Anglo American Plc, propietaria de De Beers, cerró el lunes 1.8% arriba, a 2,080 peniques en Londres.