Cuando compramos un producto vía online entre nuestras espectativas está el que llegue en la fecha indicada, sin errores de despacho y que se entregue de manera eficiente.
“En la cadena de suministro y el ciclo de vida de un producto desde que se fabrica hasta que se consume, la última milla representa lo más importante, segmento en el cual ese producto es transportado desde algún centro de distribución hasta llegar a su destino final”, señala Elisa Taymes, gerente de producto Delivery Dynamics.
Esta última etapa -señala- suele ser la más crítica en la gestión de entregas y a la cual las empresas de distribución prestan mayor atención para tratar de asegurar que se haga de la forma más eficiente posible, ya que también suele ser la etapa con mayores costos operativos para las empresas.
“Estudios de los últimos cinco años han determinado que los costos de la última milla pueden llegar a representar hasta un 53% de los gastos de gestión de entregas”, indicó.
Así, agrega no solamente se observan costos de tiempo invertido en la planificación de las entregas -especialmente si no se utilizan las herramientas y procesos apropiados para la planificación- sino que también se generan costos en recursos que van desde los conductores hasta los vehículos que utilizan para transporte.
Lo que ocurra en la última milla tiene un impacto en aspectos como satisfacción del cliente, tiempos y costos de la entrega como tal, además de la facilidad de implementarla.
“Para el retail tiene un impacto muy significativo: si la entrega del producto tarda más días de lo requerido, el impacto se refleja en la escasez o baja disponibilidad de dicho producto en el comercio e inclusive en un aumento de su precio para el consumidor final”, refiere.
En esa línea, mencionó cuatro retos que enfrentan las empresas que se dedican al despacho: gestión eficiente; abaratar costos; alta demanda y mantener una alta calidad en el servicio.
“Los retos principales en la última milla, como lo son el tratar de encontrar una gestión eficiente y abaratar costos, no cambian mucho con o sin pandemia. En un contexto de pandemia, a los mencionados anteriormente se sumaron el aumento en la demanda, entregas y/o consumo sin contacto por motivos de bioseguridad y el mantener una alta calidad en el servicio”, precisó.
Esta última pandemia trajo consigo grandes retos e impactos a diferentes escalas y en muchas industrias; la última milla definitivamente fue una de las tantas que no salió intacta. Uno de los retos principales fue el proveer tiempos de entrega cortos a pesar de la elevada demanda. Especialmente a inicios de la pandemia, cuando todavía había mucho desconocimiento, incertidumbre y pánico colectivo, se disparó la
Por su parte, Daniel Tuñon, gerente de desarrollo de Delivery Dynamics, señaló que la gestión de última milla puede ser aplicada por cualquier empresa que la tenga como parte de su estrategia de venta; ya sea que distribuya productos a otros comercios o directamente al consumidor final.
“Hoy en día existe una gran cantidad de herramientas con diferentes características y por ende costos, lo importante para la empresa, sea grande o pymes, es identificar aquella herramienta que se ajuste a sus necesidades”, comentó durante su participación en Fábrica de Negocios, organizado por GS1 Perú.