La pandemia del COVID-19 hizo replantear la estructura interna de las empresas no solo en el país, sino, en todo el mundo.
Así, las compañías peruanas cambiaron su forma de interactuar con sus trabajadores y clientes, en donde la clave fue una mayor empatía, señala Mambo, una consultora que incuba proyectos de transformación cultural y digital; y que hoy cumple 10 años en el mercado peruano.
En diálogo con Gestión.pe, el Cofundador y Director de Mambo, Yoel Chlimper, señala que muchas de las empresas peruanas parecieran haberse quedado en el siglo pasado en cuanto a su manera de contaminar el planeta, en la manera de tratar a sus trabajadores y clientes, en tanto en el contexto de emergencia sanitaria se observaron cambios en la sociedad y en el mundo.
Por su parte, Nicolás Aramburú, Cofundador y CEO de Mambo, señaló que esta pandemia puede ser el empujón que las empresas necesitaban para darse cuenta de que no pueden seguir viviendo de espaldas a sus trabajadores.
De este modo, ambos dieron a conocer cuatro acciones que ahora realizan las empresas tras la llegada del coronavirus y que se mantendrán en las organizaciones.
- Escuchar más a los trabajadores: Antes las empresas escuchaban a sus trabajadores muy poco. Normalmente era una vez al año en una encuesta de satisfacción que no tenía una verdadera relevancia, a veces era un proceso anecdótico en la empresa. Ahora, producto de la pandemia se han acentuado dramáticamente los procesos de escuchar a la gente. Se ha sentido en muchos casos la sensación de que la estrategia y la cultura no se construye desde solamente los dueños o el gerente general, sino, que hay que involucrar mucho a todo tu equipo incluyendo a la base de la pirámide dentro de la organización.
- Escuchar más a los clientes: También se observa que hay una mayor escucha a los clientes. Antes el cliente era un espectador de la empresas y se enteraba al final del camino de lo que las empresas tenían en camino para ello. Hoy vemos a las empresas están más interesadas en no solo escuchar, sino, en hacer partícipe a los clientes de los procesos de desarrollo de los productos y de la estrategia.
- Menos declaraciones, más realistas: Ha habido un cambio en el sentido de que antes el propósito de la compañía era declarativo. Es decir, una empresa decía, “nosotros estamos acá para construir un mundo mejor”, pero a la hora de la hora la actividad no tenía un correlato con esa declaración de propósito. Hoy vemos cada vez más -aunque no es un trabajo que haya terminado- a las empresas realmente interesadas en que sus propósitos se materialice, no que sea una declaración o esté basada en el marketing, sino, en la realidad.
- Nueva estructura de costos. Antes habían algunos costos de las empresas que eran muy altos y que nunca se tocaban. La pandemia ha obligado a las empresas a repensar su estructura de costos a niveles que nunca antes se habían pensando. Hemos visto a empresas cuyas estructuras de costos ha cambiado dramáticamente. Por ejemplo, el hecho de tener oficinas muy lujosas y que ahora desaparecen. Entonces, un cambio importante ha sido cuestionar la necesidad de tener grandes gastos administrativos para pasar a un formato de organizaciones más ligeras, livianas y ágiles. Creemos que a los CEOs los hemos sentido con muchas ganas de experimentar. Normalmente los gerentes de las grandes compañías están acostumbrados a jugar seguro, a hacer cosas que ya saben que funcionan, mientras que la pandemia ha hecho que las empresas -incluso enormes que tienen más de 100 años de vida o 10,000 trabajadores- tengan un poco con el chip de una startup o de un emprendimiento haciendo un experimento y dispuestos a fracasar, siempre que sea un fracaso rápido, barato y ágil.
Datos:
-Producto de la pandemia, Mambo ha incursionado en el esquema de “Company Building”, en el cual las empresas ya no los contratan como un proveedor, sino, tienen la intensión de convertirse en socios. A la fecha trabajan con cuatro empresas del sector textil, educación digital y salud impulsando proyectos a favor del medio ambiente, y en los próximos dos años esperan constituir entre 5 a 10 empresas más.
-En su búsqueda por cambiar el molde de la estructura empresarial, Mambo optó por permitir los viernes no laborables, con miras a generar una mayor productividad entre sus trabajadores.