La pandemia hizo que las personas se preocupen más por su salud y se replanteen algunos hábitos con la finalidad de mantenerse a salvo del COVID-19 y otras enfermedades.
Muestra de ello es que actualmente el 73% de limeños afirma que se alimenta de manera saludable, según el estudio ¿Somos lo que comemos?, elaborado por Impronta Research a los NSE AB y C de la capital.
De dicho universo, el 58% dice que la compra de estos elevó su presupuesto de la canasta del hogar en el último año y el 38% lo mantuvo.
“Se debe a una mezcla de factores. Hay quienes aumentaron la inversión porque ahora comen más saludable, pero también porque subió el índice de precios a nivel general”, sostiene José Oropeza, socio director de Impronta Research.
Los distritos en los que aumentó más el presupuesto para adquirir productos saludables son Magdalena, Pueblo Libre, Surco, San Borja, La Molina y San Isidro. Mientras que en Barranco, San Miguel y Miraflores se mantuvo.
El estudio precisa que la tendencia se vio marcada en hombres de entre 20 a 35 años de los NSE AB.
Factor precio
José Oropeza también señaló que el precio es una variable muy sensible en la categoría. “La mala percepción (relacionada al alto costo) puede ralentizar la dinámica de consumo”, indica.
El informe revela que el 74% considera al valor de estos productos como la principal barrera para adquirirlos. “Tenemos a un consumidor que es consciente de que el ticket es elevado, pero al mismo tiempo está buscando la mejor relación entre calidad y precio”, comenta.
En ese sentido, sostiene, es relevante que el retail refuerce la actividad promocional para eliminar este mindset.
“Independientemente de que el precio sea razonable o no, hay un público que los adquiere. Sin embargo, para otros el costo es disuasivo. Lo importante es trabajar en SKU que sean de entrada”,
explica, tras anotar que también se requiere sean de entendimiento del consumidor.
Barreras
Impronta Research dio a conocer que el 54% de limeños ve como barrera el tiempo que se le debe dedicar a la preparación de alimentos saludables y un 42% no conoce cuál es la variedad. En tanto, el 39% no sabe diferenciarlos.
“Es necesario educar al consumidor sobre los productos que están dentro de la categoría y no solamente lo que frecuentemente son comprados”, dice Oropeza.
La falta de información, apunta, está relacionada al punto de venta. “En el canal tradicional tenemos a un consumidor muy dependiente de lo que recomienda el bodeguero. Eso no se ve en el canal moderno”, señala.
Según el estudio, el 65% de limeños de los NSE AB y C considera que la principal barrera para consumir productos saludables es que no cuentan con un punto de venta cercano.
“Hay poca capilaridad de los formatos especialistas en Lima, si bien están creciendo, no han logrado despegar en toda la ciudad”, explica José Oropeza.
LAS CLAVES
Muestra. Se realizaron 500 encuestas a través de paneles online a hombres y mujeres de 20 años a más años del NSE AB y C residentes en Lima preocupados por llevar una vida saludable.
Target. Quienes están más motivados con llevar una vida saludable a través de la alimentación tienen entre 20 y 45 años.
Hábitos. Seis de cada 10 limeños prepara con anticipación su plan de alimentación semanal, aunque el 10% es asesorado por un especialista.
Canales. Actualmente el canal moderno es la principal salida de productos saludables (66%), sobre todo entre jóvenes de 20 a 35 años y los NSE A y B.