El 2019 fue para Civitano, holding gastronómico peruano, parte del Grupo Wiese, un año para consolidar las marcas del portafolio, tanto en Perú como en Chile, con nuevas aperturas y también el ver un nuevo país donde llegar a través de compras, viendo con fuerza Colombia.
Juan Carlos Verme, gerente general de la empresa, dice que para este año no se tenía previsto una expansión con locales fuerte. “Fue un año donde tuvimos crecimiento, pero que nos afectamos por los disturbios que se dieron en Chile el último trimestre y dos locales que íbamos a abrir se pasaron para este mes de marzo, pero empezó la crisis y el tercero estaba en plena construcción que ya retomaremos cuando se pueda”, dice.
En tanto, en el Perú, tuvieron un preacuerdo para la compra de una marca que al final no se concretó, y se sumó con otro que era para llegar a Colombia, que corrió la misma suerte, en ambos casos por motivos ajenos al covid-19.
Que estas dos últimas operaciones no se hayan concretado tal vez fue mejor, anotan. Hoy los planes de crecer en operaciones y países se ponen en stand by y Civitano trabaja en reformular su apuesta para ingresar al delivery.
En el caso de Chile, dice Verme, podrían iniciarlo esta semana o la próxima ya que están en las conversaciones finales, teniendo en cuenta que en ese país el delivery se permite desde que arrancaron las medidas de aislamiento.
Retroceso
Sobre el Perú, el ejecutivo sostiene que el delivery es una opción que van a tomar como grupo para sus marcas (La Nacional, Pescados Capitales y Juicy Lucy), sin embargo, hay que tener en cuenta que algunas marcas no llegan a encajar en este modelo.
“En nuestro caso, hay locales de Juicy Lucy que pueden hacer el 40% de su venta por delivery, pero en otros no llega ni a 10%. Si hablamos de Pescados Capitales el monto en ínfimo, porque es un concepto que tal vez no se ligue mucho al envío, pero igual veremos ya que esto puede cambiar”, anotó.
Lo que sí tiene claro Verme es que las apps de delivery tienen que funcionar. “Como se ha planteado la norma favorece a las poquísimas empresas que tienen el tamaño para montar un delivery propio rentable, y así la reactivación del sector sería mínima”, comentó.
A esto se añade, precisó, que “nadie puede establecer de la noche a la mañana un servicio de delivery. Con las medidas que quieren aplicar es como volver a los años 80”, acoto Verme.