China acusó a Facebook el viernes de tener “prejuicios ideológicos” después de que la red social anunciara nuevas reglas dirigidas a los medios de comunicación estatales, especialmente chinos, que ahora están claramente identificados en el sitio.
La plataforma estadounidense presentó el jueves un número de medidas para proteger la elección presidencial del 2020 en Estados Unidos de las injerencias extranjeras.
Facebook prohibirá los anuncios publicados por medios controlados por un estado en sus plataformas estadounidenses.
Además, los contenidos de los medios de comunicación estatales, y los propios medios de comunicación, serán marcados como tales.
China cuenta con numerosos medios de comunicación que responden directamente a las directivas del Partido Comunista (PCC) en el poder, como la agencia Xinhua, la televisión CCTV o incluso el periódico inglés China Daily.
“Esperamos que la red social abandone sus prejuicios ideológicos”, dijo el viernes Geng Shuang, un portavoz del ministerio chino de Asuntos Exteriores.
Hizo un llamado a Facebook para que “trate equitativamente” a los medios de comunicación extranjeros en Estados Unidos y no establezca “barreras selectivas”.
Después de las supuestas operaciones de manipulación durante las elecciones presidenciales estadounidenses del 2016, principalmente orquestadas desde Rusia, las redes sociales reaccionaron con un arsenal de medidas.
Éstas se están desplegando gradualmente desde el 2018 para luchar contra las cuentas falsas y la desinformación, difundidas, especialmente, por entidades extranjeras.
“La gente debe saber si la información que lee proviene de una publicación que puede estar bajo la influencia de un gobierno”, explicó Nathaniel Gleicher, director de las regulaciones de seguridad cibernética de Facebook.
Este anuncio de la red social estadounidense se produce en un momento en que las relaciones entre Pekín y Washington se han deteriorado.
Los dos gobiernos han expulsado a periodistas del otro país y el tono subió sobre numerosos temas, desde la epidemia de COVID-19 hasta los derechos humanos, pasando por Hong Kong.